Un día de caza

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Había pasado un tiempo desde que Percy había conseguido el pañuelo hecho con el vellocino de oro, eso había hecho que la caza volviera a estar más activa por el día nuevamente. Artemisa estaba encantada por ver a su hijo cazando nuevamente con ellas y la jauría de lobos, los cuales había festejado su llegada con una gran sesión de juego con él.

Selena había sido la más calmada de todos los lobos, debido a que ella era la alfa mostró un poco más de autocontrol, pero tampoco había dejado su lado cuando los lobos más jóvenes le habían dejado.

Actualmente el día había comenzado en la mañana en, Jackson, con un montón de cazadoras yendo al río para asearse mientras que el único chico se quedaba con los lobos para darles de comer y esperar a que llegara su turno para limpiarse. Su trabajo consistía en darles comida que había sobrado de la noche anterior y darles algunos cuidados específicos a los que lo necesitaban, como cortar uñas para que estos no sufrieran daño los propios animales o asegurar que sus ojos, narices y oídos estuvieran en las mejores condiciones.

Una hora después Percy ya podía ir al río y una vez terminó todos se reunieron para la repartición de tareas en el campamento.

- Buenos días a todas. - Dijo Artemisa seriamente. - Hoy no tenemos un objetivo muy grande, solo tenemos que encontrar a una empusa que se ha visto cenca de las montañas rocosas, por lo que por la noche iremos montaña arriba para darle caza, por el momento nos centraremos en conseguir alimento y asegurar el campamento por el momento. - Explicó. - Zöe, organiza un grupo de cinco para ir de caza, Phoebe, lo mismo pero para asegurar el campamento, el resto aseguraos de tener todo listo, Sophie, tú te encargarás de preparar la comida, si tienes dificultades pide ayuda para prepararla.

Todos asintieron y rápidamente se organizaron, Percy se quedó en el campamento ayudando a sus hermanas a preparar flechas y dando mantenimiento a los arcos. Mientras lo hacían este recibía algunos consejos por parte de sus hermanas sobre como mantener tensa la cuerda sin que se resienta o se rompa nada más liberar la flecha. No tardó mucho en tener todo listo y fue a ayudar a la hija de Afrodita para cuando llegase la comida.

Diez minutos después de eso llegaron Zöe con sus ayudantes que habían traído unos cuantos conejos y un ciervo, tendría comida suficiente para todo el día. Tardaron un buen rato en limpiar la carne, con la piel prepararon mantas y prendas de ropa que usarían en el invierno debajo del uniforme invernal.

La hora de la comida no llegó hasta el medio día donde prepararon una gran cantidad de carne donde todos comieron, incluidos los lobos los cuales parecían cachorros por lo contentos que estaban por comer carne. Todas las cazadoras estaban charlando tranquilamente mientras comían, algunas hablaban de la caza de la noche y otras hablaban de lo que habáin hecho hasta ese momento.

Percy estaba sentado cerca de la jauría junto con Sophie y Zöe, siendo esta última la que estaba contando como había conseguido la carne, diciendo que había hecho gala de una gran organización de las cazadoras.

- Pero bueno, dejemos eso de lado. - Dijo Zöe apartando ese tema a un lado. - Tenemos que ir a por una empusa en la noche, espero que puedas estar al nivel requerido.

- Por favor Zöe, no subestimes a Percy. - Dijo Sophie con una sonrisa mientras pasaba un brazo por encima del hombro del chico. - Ha mejorado mucho desde que se hizo cazador, los lobos le adoran y su instinto de depredador es de lo mejor que tiene, por lo que si se llegase a quedar solo podría pelear bien hasta que llegue la ayuda, por lo que no me preocupo mucho por eso.

- Aún así, no me gusta la idea de que esté solo en un lugar en el que no ha explorado. - Dijo Zöe. - Y sé que no va ir solo persé, pero es posible que nos veamos obligados a separarnos para cubrir más terreno y no me gusta que valla solo.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora