Una separación explosiva

327 47 6
                                    

Percy estaba dentro de su camarote. Ya se habían encontrado con Thalia y Annabeth en el cena del día anterior y digamos que no fue la mejor cena. Hubo un silencio incomodo por parte de las jóvenes. Puede que hayan tenido un encontronazo con Luke, pero seguían siendo un poco hostiles con el hijo el Artemisa.

Ahora mismo se estaba preparando mentalmente para poder entrar en el mar de los monstruos y eso conllevaba enfrentarse a Caribdis o escila y era difícil sobrepasarlos, solo conocía a Jasón con sus argonautas que habían conseguido pasar por esa zona y sobrevivir.

Poco a poco las nubes de tormenta cubrieron el cielo permitiendo a Percy salir a cubierta, donde estaban todos los demás. Thalia miraba las nubes con algo parecido a la aversión mientras que Annabeth murmuraba algo por lo bajo y Tyson miraba con despreocupación la nubes.

- Nos estamos acercando al mar de los monstruos. - Dijo Clarisse con un tono serio. - Es posible que empiecen las tormentas dentro de poco, por lo que nos refugiaremos dentro, he informado a los zombies de que avisen cuando vean algo raro no relacionado con el mundo mortal.

- ¿Qué cosas raras podrían pertenecer al mundo mortal? - Dijo Sophie confundida.

- Te sorprenderías. - Dijo un zombie. - Una vez vi un cocodrilo con dos cabezas.

Después de esas palabras hubo silencio nuevamente para luego todos los semidioses y cíclope entraran de nuevo al barco en la zona en la que se servía la comida, allí todos se sentaron a espera las posible noticias.

En el barco no había mucho que hacer, por lo que cada uno comenzó a hacer lo suyo. Tyson estaba jugando con un trozo de metal, Annabeth estaba pensando mirando por la escotilla, Sophie estaba intentando leer una revista de moda, Clarisse estaba haciendo un poco de ejercicio y Thalia estaba dando mantenimiento a su lanza. Percy era un caso a parte, el miraba por la escotilla. El mundo siempre lo había visto detrás de unos cristales tintados o con la oscuridad de la noche, por lo que viendo el mundo por como era de normal le parecía hermoso, incluso estando en el mar sin tener nada que ver en el horizonte que no fuese mar.

Después de unos minutos apareció un zombie alarmado diciendo que había un gran remolino que se había formado de la nada. Esto hizo que todos saliesen del comedor para ir a ver lo que estaba pasando.

Lo que vieron al salir solo se pudo catalogar como algo muy extraño. Ellos se estaban dirigiendo hacia el centro del remolino mientras seguían la corriente circular. Percy se lanzó a la barandilla para intentar tener una buena visión. En el centro del remolino había un pico, un pico muy parecido a los que los pulpos tienen, por lo que solo puede ser una cosa.

- Nos estamos enfrentando a Caribdis. - Dijo Percy a todo el grupo. - ¿Cómo salimos de esta?

- O nos traga o huimos. - Dijo Annabeth. - Pero si huimos debemos hacerlo hacia el mar de los monstruos y no hacia afuera ya que si no nos enfrentaremos a Escila y muy probablemente destruya el barco.

- ¿Y si intentamos derribar a Caribdis? - Dijo Sophie como posible solución.

- Tendríamos que tener algo muy fuerte como para poder pararla de comer. - Dijo Annabeth pensativa. - ¿Qué armamento tiene el barco Clarisse?

- Tenemos dinamita, armas de fuego antiguas y unas pocas minas marinas, el porqué tienen eso no me lo preguntes. - Dijo esta. - Pero tampoco se si estas están activas.

- Por el momento da igual. - Dijo Thalia. - Si tenemos algo que le haga daño es mejor lanzarlo ya.

Clarisse asintió e hizo un gesto a los marineros. Estos comenzaron a moverse a mucha velocidad mientras lanzaban cosas al mar, En ellas había cajas con cartuchos rojos con mechas largas que se estaban quemando poco a poco dirigiéndose hacia la boca del monstruo marino mientras que otros iban armados con mosquetes y pistolas de mano de pólvora disparaban en dirección a la boca, pero no pareció molestar a Caribdis. En un intento desesperado a la espera que la dinamita estallara lanzaron las minas las cuales flotaron junto con la dinamita que, a final, llegó a la boca estallando en el proceso.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora