Una celebración sin gusto

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Percy estaba llorando desconsoladamente al borde del acantilado, su hermana mayor de palabra acababa de morir delante de él y no había podido hacer nada. No supo cuanto tiempo estuvo allí, pero de la nada notó como alguien le tomaba del hombro solo para abrazarlo.

Ni si quiera se preocupó por mirar quien era, solo se aferró a la figura y tras unos minutos consiguió calmarse. Una vez fue así levantó la mirada solo para descubrir la cara de Thalia que lo miraba con calma y le acariciaba la cabeza. Después de eso se levantaron y fueron a reunirse con la diosa, la cual le había hecho señas para que se acercasen.

- ¿Qué hacemos ahora? - Dijo Thalia refiriéndose a Zöe, había escuchado de Annabeth que en la antigua Grecia se quemaba a los muertos para que fuesen al inframundo.

- La llevaré al cielo. - Dijo Artemisa muy seria. - Irá a las estrellas donde estará siempre con nosotros.

Después de eso comenzó a cantar algo en griego antiguo solo para que el cuerpo de la chica comenzara  brillar y ascender al cielo nocturno dejando atrás el pañuelo hecho con el vellocino de oro. En cuando ese brillo ascendió al cielo una nueva constelación apareció, la cual fue bautizada como la cazadora.

Después de eso, Artemisa caminó hacia su hijo solo para darle un abrazo. En ese momento le confesó lo que había pasado en su viaje donde también habían perdido a Bianca. Unos minutos después esta convocó su carro que era tirado por ciervos para poder salir de allí.

Mientras estaban descendiendo a la ciudad, mientras Thalia le indicaba el camino que debía seguir, Grover estaba dando un poco de néctar a Annabeth para que recuperara fuerzas mientras dejaba un poco de espacio para el alvino.

En poco tiempo llegaron a la casa de los padres de Annabeth donde el matrimonio estaba esperando en el jardín. En un primer momento Thalia pensado que le explotaría la cabeza a la mujer al ver un carro volador antiguo tirado por ciervos.

Una vez tocaron tierra la mujer habló primero.

- Lo primero que pensé al veros fue a santa Claus. - Dijo ella con una sonrisa nerviosa.

- Es normal. - Dijo la diosa. - ¿En qué crees que está basada la leyenda?

- Dicho así....

Mientras ellas dos hablaban el padre se reencontró con su hija y lo primero que hizo fue abrazar a su hija.

- Me alegro de que estés bien. - Dijo este haciendo que su hija se sorprendiera y le correspondiera el abrazo. - ¿Cómo te encuentras?

- Me duelen un poco los brazos, pero por lo demás estoy bien. - Dijo ella.

Mientras la escena transcurría Percy se había quedado atrás sentado en el carro de su madre mientras Thalia le hacía un poco de compañía. Ella sabía como se sentía, le contó a Percy que si quería hablar ella estaría para él ya que también perdió un hermano por culpa de la mujer que ella tendría que llamar madre.

Después de eso estuvieron hablando de cualquier cosa, sobre que pasaría el día de mañana para ellos y como creían que estaría el clima. Obviamente la que más hablaba era la hija de Zeus ya que Percy solo le contestaba con pequeños gruñidos y asentimientos, pero por lo menos sabía que él la estaba escuchando y no la había mandado al diablo.

Después de una hora en la que los semidioses habían descansado Artemisa les dijo que los llevaría al Olimpo para anunciar que la misión había acabado y celebrar la noche más larga del año.

Annabeth se despidió de sus padres los cuales la despidieron con una sonrisa y diciendo que ella podría volver cuando quisiera, ganando un asentimiento por parte de la rubia. Cuando todos se montaron en el carro tirado por ciervos este ascendió por los cielos hasta atravesar las nubes, lo que no sabían es que a la mañana siguiente la gente se despertaría con la noticia de una figura extraña ascendiendo al cielo nocturno.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora