Bienvenidos a Trinacria

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Thalia estaba mirando fijamente la isla que tenía delante. Annabeth ya había recibido el regaño por haberse lanzado al mar y por haber causado daños a Percy de forma indirecta.

La isla que estaba delante del barco era grande, había una gran montaña que parecía estar en el centro de la isla y había una capa verde delante de la montaña, por lo que lo más probable es que haya fauna en esa isla.

Fijando nuevamente el timón para que fuese en dirección a la isla, con un poco de suerte no llegarían hasta al día siguiente, por lo que podía volver a dentro para poder hablar con los otros dos.

Ella entró en la bodega del barco y se reunió con Annabeth que seguía aplicando agua en las manchas rojas que había en los brazos y cara de Percy.

- ¿Cómo estás chico? - Dijo Thalia sentándose en un barril.

- Mejor. - Dijo el chico. - Por lo menos ya no escuece, pero si duele un poco.

- Tal vez una pomada sería mejor. - Dijo la hija de Zeus. - Cogí unas pocas del spa, ¿Una hidratante sería la mejor? - Dijo mientras rebuscaba en su mochila.

- Creo que una de aloe vera sería mejor. - Dijo Annabeth. - Es la verde.

Thalia asintió y en poco tiempo llegó al lado de Percy para aplicar pequeñas cantidades en las manchas que tenía. Al poco tiempo Percy soltó un suspiro de alivio, esas manchas rojas estaban muy calientes, por lo que le debió aliviar un poco.

- Estamos llegando a una isla. - Dijo Thalia. - Es posible que sea la isla que he visto en mis sueños, allí debe estar Grover.

- Había una isla en el mar de los monstruos.- Dijo Annabeth. - Se llamaba Trinacria, o la isla de Polifemo, donde este vive junto con sus ovejas.

- Si es un granjero de ovejas puede que sea un buen tipo. - Dijo Percy. - No conozco a muchos granjeros agresivos.

- Pues este come semidioses y a todo ser vivo que ose meterse en su isla. - Dijo Annabeth con seriedad. - Solo los argonautas consiguieron salir vivos y fue porque Ulises consiguió distraer al cíclope el tiempo suficiente como para que pudieran irse, por suerte él también pudo escapar.

- Bueno, si está Grover allí, puede que también esté la cosa que atrae a los sátiros. - Dijo Percy. - ¿Sabes cuanto tardaremos más o menos?

- Quiero pensar que mañana podremos ir. - Dijo Thalia. - Lo qué no sé es que vas a hacer tú, no tienes nada para que te cubra del sol.

- Rezaré para que no haya mucho sol el día de mañana. - Dijo Percy. - Sino no podré hacer nada por vosotras.

Después de eso Thalia se retiró del lugar dejando solos a Annabeth y a Percy. Ella quería reducir la velocidad del barco para que pudiese irse a dormir. Miró al mástil y vio una cuerda que estaba atada a la vela.

Esta estaba completamente extendida por lo que se podía decir que estaban yendo a toda vela, por lo que tiró de la cuerda que estaba atada a la vela y vio como esta subía, por lo que decidió subirla hasta que estaba a la mitad para ir a la mitad de velocidad, así no se quedarían encallados por haber ido más haya de lo que podían ir.

Cuando dio por terminada la tarea de subir la vela esta se fue a dormir. En la bodega había visto unas pocas hamacas que estaban atadas a algunos muebles que estaban bien afianzados en las paredes.

Percy se había hecho un lugar en el suelo por lo que posiblemente se quedaría dormido ahí. Ella miró a Annabeth y señaló las camas de lo que presumía que eran piratas y le hizo entender que era el momento de dormir.

En el momento en el que Thalia cerró los ojos vio una escena gracias. Estaba Grover vestido de novia poniendo una voz muy aguda para él diciéndole a Polifemo que todavía no estaba lista para dormir con él.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora