Un happy meal y una fragua perdida

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El grupo numeroso había entrado de nuevo al laberinto. Percy estaba en el medio del grupo. Desde que salieron de la arena había nacido un silencio algo incómodo, este no se atrevía a hablar después de haber sido declarado como hijo biológico de Poseidón y el resto no había hablado.

En un primer momento Annabeth pareció ser la más afectada del grupo, pero teniendo en cuenta la relación que había entre Atenea y Poseidón, Percy, daba por hecho que era eso y en el fondo rogaba porque no fuese un problema en su relación de amistad.

El tiempo por los pasillos del laberinto pasaba y no encontraban nada que les indicara que se estuviesen acercando más al centro y eso irritaba a la hija de Atenea la cual intentaba camuflarlo todo lo que podía.

Con el tiempo el silencio murió y Margareth fue su asesina. Ella comenzó a hablar sobre los posibles problemas que el laberinto podría causarles si pasaban mucho tiempo, eso era un punto que ya todos sabían pero que hablara sobre esas posibles patologías de una forma más tecnica hizo que se le pusieran los pelos de punta a más de uno.

Después de eso comenzó a hablar con Percy por sus antecedentes médicos, ya que iba a formar parte del equipo médico de las cazadoras pensó que sería buena idea saber que había tenido el albino para posibles problemas futuros.

Después de lo que parecieron horas caminando por el laberinto llegaron a lo que parecía ser una sala de descanso. Esa sala era como muchas otras que se habían encontrado con anterioridad, una sala amplia con una fuente de agua de la cual no brotaba nada de líquido y un mural pintado al fresco que ilustraba el momento en el que Hermes le cuenta a Hefesto que Afrodita le está poniendo los cuernos con Ares.

Esta sala molestó a Annabeth por el hecho de que parecía ser más moderna de lo que debería. Si habían seguido los pasillos que parecían ser los más antiguos en la pared no debería haber una pintura como esa, debería haber relieves o como mucho mosaicos.

Cuando se establecieron en esa sala el cansancio comenzó a ser notados por el grupo y decidieron hacer ahí algo parecido a un campamento improvisado. Habían establecido un periodo de guardias donde Briares y Thalia se turnaban para proteger al grupo, por lo que el resto podría dormir tranquilo.

En en el momento que Percy cayó dormido este pareció transportarse a a un mundo distinto. Este parecía estar en un lugar parecido a una playa pero de arena negra y ambiente oscuro donde alguien había encendido una fogata donde parecía estar quemando algo raro por las cenizas que había allí.

Este se quedó cerca de la hoguera, después de todo, si había una hoguera debería haber alguien cerca. Su corazonada tuvo razón y al poco llegó una persona que Percy había visto con anterioridad y que por un tiempo no tuvo el valor para pronunciar su nombre. Nico Di Angelo estaba delante de él vistiendo con ropa oscura y una chaqueta de aviador y con un puñado de cartas en sus manos.

- ¿No entiendo como es que me gustaba esta cosa? - Dijo para luego tirar las cartas de mito-magia al fuego haciendo que la llama se avivase. - Son completamente estúpidas.

En ese momento una figura fantasmagórica apareció a su lado el cual parecía ser una persona de renombre en la antigüedad por la ropa que llevaba.

- Oh, chico. - Dijo el fantasma sin siquiera ganar la atención del hijo de Hades. - No te preocupes, sabes que yo te ayudaré a que tu hermana vuelva, ¿Tienes lo que necesitamos?

- Si, he tenido que gastar parte de mis ahorros para conseguir esta maldita cosa. - Dijo mostrando una caja de menú infantil de McDonal's. - ¿Cuánto tiempo tendré una vez atraiga a su fantasma?

- Depende. - Dijo el fantasma. - Según la comida ofrecida habrá más o menos tiempo, después de eso debes apresar el fantasma y llevarla al infierno para que tu padre le de un cuerpo no muerto, o puedes conseguir el cuerpo de un no muerto del inframundo y hacer que tome posesión de este sin el consentimiento de tu padre, si le pides el permiso tardarías mucho más tiempo.

Hijo de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora