Un Sentido.

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—¿Así es como son las cosas entonces? —pregunta Ethan a la persona que se encuentra en el aire volando.

—«El dialogo no es opción en este tipo de cosas» —deduce Ethan al ver que no se inmuta la persona que ha comenzado a juntar energía de nuevo.

—¿Ahora quién es ese? —Señala Sealtiel con obvio enojo.

—No tengo idea de quien es o que es lo que quiere, pero definitivamente no es humano.

Todos los demás chicos comenzaron a moverse a dentro de la casa de Edorian, al bunker que se encuentra en el sótano de la casa. No es algo que ellos puedan enfrentar.

Un rayo cae del cielo a donde se encuentra el hombre, pero este desvía la energía en dirección a Ethan.

Las manos extendidas de Ethan absorben la energía de dicho ataque y lo mandan de vuelta al sujeto.

Ethan se cuela en las hebras del ataque para llegar junto al sujeto que los mira con desdén desde el cielo.

Un contraataque a manos del desconocido es lo primero que se quita Ethan de encima antes de poder golpear el rostro del varón que los comenzó a atacar de la nada.

Todo el cuerpo del hombre se estremece al ser impactado por el puño de Ethan. Un rayo atraviesa su cuerpo al momento en el que las pieles se juntan.

El pie de Ethan logra golpear el estomago de su oponente haciendo que una vez más otro rayo atraviese su cuerpo entero.

El joven se prensa de su cuerpo y luego explota en rayos. Ethan se conserva en el aire mientras que el otro fue lanzado con agresividad al suelo.

Una centella de energía se apresura a alcanzarlo antes de que toque el piso, otorgándole velocidad adicional al impacto.

El hombre cuando chocó con el pavimento escupió un poco.

—¡¿Qué te hemos hecho nosotros para que nos ataques de ese modo?! —Los puños de Ethan chocan con la cara del sujeto sin tener compasión.

—«Mi madre no dejó espacios para hablar con su oponente cuando tuvo la oportunidad. ¿Por qué debería de darle chance a mi enemigo antes de que me ataque?» —Ethan se cuestiona al momento de seguir masacrando a su oponente.

El joven en el piso intentó defenderse, pero al menor movimiento, Ethan comenzó a invocar rayos antes de que este pudiera quitárselo de encima.

Sealtiel llegó al lugar, para contemplar como Ethan evoluciona en aquello en lo que siempre falla al momento de combatir enemigos que están a su nivel.

Las manos de Ethan comienzan a ponerse rojas por la energía que a pasado por ellas en lo corta que ha sido la pelea.

El sujeto comenzó a brillar ante los constantes ataques de Ethan, desembocando en una explosión blanca que hizo que Sealtiel se cubriera los ojos. En un parpadeo sintió algo grande chocando con ella.

Cuando la luz se desvaneció, Sealtiel vio a Ethan a un lado de ella.

Frente a ellos, el hombre de aparente edad de Ethan se encuentra de pie. Su respiración es claramente agitada. Su ropa se ha hecho garras. De su boca escurre un liquido rojo brillante.

—Sin duda alguna eres peligroso...

Antes de que el sujeto pudiera decir algo más, Ethan ya lo había asediado con ataques rápidos y contundentes que apenas pudo evadir los tres primeros antes de que un puño impactara en su pecho y logrando que un rayo saliera de su espalda.

Saliva sale de su boca por la fuerza del golpe, por un momento casi pierde la conciencia. Un golpe de suerte por parte de su oponente lo devolvió a la pelea, logrando por primera vez cubrir uno de los rápidos golpes de Ethan.

¡El Amor NO Cae del Cielo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora