Ethan llegando a su casa fue recibido con un fuerte abrazo por parte de Ania, palabras de alivio de Diana y una sonrisa cautivadora de parte de Sealtiel, esta última no sabe si estar enojada con él o estar contenta de que él haya pasado la pequeña prueba que le puso, eso la confunde un momento, pero su sonrisa es sincera.
—¡Por poco pensé que no ibas a ganar a esa otra chica —balbucea Ania en el cuello de su hermano.
—Vaya.. pensé que tenías más fe en mí —rechista Ethan por el inocente comentario de su hermana.
—Que bueno que hayas quedado dentro de los doce, pero nunca dudé de ti, en ningún momento —señala Diana con total alivio—, aunque, eso no quita que me hayas dado un susto por tu situación en algunos momentos —agrega a sus últimas palabras.
—Debo de decir que si que la pase algo mal, es muy distinto cuando tu enemigo puede moverse tan rápido y puede hacer equipo con otros para tratar de eliminarme —comenta Ethan retirando las manos de Ania de su cuello y pasando de largo a su casa.
—No te hubiera pasado eso si no escondieras todo tu potencial desde un principio —regaña Sealtiel difuminando esa sonrisa en su rostro—... No es agradable ver como el único amigo que tengo es lastimado —miente ella como una profesional.
Diana y Ania saben lo que ella le había preparado en el campo de pelea, pero en ningún momento Ethan se topó con la chica que Sealtiel había enviado para que lo descalificara.
—No pensé que tú sentirías... algo —duda Ethan—, por mí.
Diana puso una cara de espanto y una sonrisa de felicidad fue creciendo en el rostro de Ania, la cual rápidamente se dirigió a la cocina para traer agua a todos. Sealtiel, no solo se quedó pensativa, su hablar trabado le provocó pena. Diana no pudo evitar incrementar sus celos, no porque Ethan estuviera "coqueteando" con ella, más bien, por la reacción de Sealtiel.
—Claro que siento algo por ti —apenas y pudo confesar, sus mejillas ruborizadas la delataron, eso sembró una expresión de incógnita en la cara de Ethan—, siento que ahora debería de destruirte junto con toda tu casa, pero mejor me las ganas, tu mamá no me dejaría en paz.
Un temor llenó el cuerpo de Sealtiel al recordar la mira sombría de la madre de Ethan, la señora Eryx. En una pelea cara a cara con ella, cualquiera de las dos podría ganar, o al menos es lo que siente Sealtiel. Ania llegó con una bandeja de plata y sobre ella, una jarra de cristal con dibujos de rayos azules y tres vasos de cristal que hacen juego la jarra. Todos toman un vaso.
—Sabes que una vez me dijo que la puedo ir llamando "suegra" —informó Sealtiel antes de tomar un trago al vaso.
Diana se comenzó a ahogar con el agua de naranja natural del vaso que sostiene, Ethan solo lo tomó como una broma y Ania lo tomó como un hecho.
—No deberías de decir eso —exige Ethan con seriedad—, ¿sabes al menos qué significa?
—No me trates de tonta. Sé el significado, es lo mismo de donde vengo, animal —una mirada de desprecio recorrió todo el cuerpo de Ethan. Por un momento, la energía de Sealtiel alertó a Ethan de forma sutil.
—Lo siento... pensé que-
—No piensas muy bien que digamos, tonto —interrumpe Diana en defensa de Sealtiel.
—Bueno chicos... no peleen, no enfrente de mí —interviene Ania con una expresión triste.
Ethan reconoce ese rostro, es el rostro manipulador que su hermana tiene sobre la gente para que hagan lo que ella diga, incluso el chico ha llegado a pensar que ella tiene un segundo poder, cosa algo normal entre cazadores, pero siempre desarrollan más una habilidad que la otra, como este par de hermanos; ambos controlan la energía y la transforman en rayos y también pueden controlar la electricidad, la cual se expresa en color amarillo, pero son muy parecidas, así que no se nota mucho cuando difieren en ellas.
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¡El Amor NO Cae del Cielo!
Fantasy"Edén". Nombre del territorio donde se encuentran las últimas doce ciudades que quedan en el mundo después de una devastadora guerra entre humanos y ángeles de hace tres mil años. El fin de la guerra provocó que el espacio-tiempo se desgarrase y dej...