Tuvieron que pasar tres semanas para que Lauren formara un plan más que perfecto para ir por su primera presa. No es que nada más se presente delante de él sin tener un plan y en consideración de que Sealtiel siempre va con el y que ella se clasificaría como un I Znat' del más alto nivel, pues, sería muy tonto si ella se lanzara a combatir contra él con las intenciones de matarlo mientras aquella ángel este ahí.
—Matar a Ethan no será un trabajo fácil —se dijo.
El sentimiento de quererlo matar no es de esos en los que pierde la cordura y llenan de resentimiento su persona. Sus recuerdos sobre él no están, solo sabe que le tiene que dar caza por una orden que se le fue implantada, es como si ella hubiera nacido con el propósito de matar a Ethan.
—No lo hagas... resiste al sistema, no seas lo que tu hermano te dijo que eres —dijo una voz en su cabeza.
Lauren se tocó la cabeza por el dolor punzante que le provocaron esas palabras. Ella sabe que es su voz, pero no entiende como es posible que ella se contradiga.
«Llevo casi un mes esperando para perfeccionar todo para eliminarlo, no voy a dejar que una voz me diga que es lo que tengo que hacer», pensó la chica aún tocándose la frente por el dolor.
Ethan por otro lado, increíblemente recibió el libro del Rayo, ese lo tenía su madre. Ese fue todo su entrenamiento por parte de ella.
—Sealtiel —pronunció Ethan.
Sealtiel se movió un poco en su cama. Tiene abrazado a Ethan. El rose de sus pieles es estimulante para el chico, pero el se esfuerza en tener otros pensamientos para evitar otra reacción.
«¡Maldición! Me tiene bien agarrado. Su rodilla casi me toca ahí y si se sigue moviendo iré a peores... Su pijama no me ayuda mucho, casi que puedo ver sus pezones», pensaba Ethan desviando su mirada del escote de Sealtiel.
—Diana te enseñó malas costumbres —exhaló Ethan.
—Pero tu dejas que sucedan, también es tu culpa —dijo Sealtiel apenas despertándose y separándose de Ethan.
—Quizá las consiento más de lo que debería.
Sealtiel de un movimiento rápido se puso encima de Ethan. Su mirar serio de color carmesí miran los ojos de Ethan. Su rostro inexpresivo es igual al que Ethan vio en ese cuarto de hospital. Su corazón se comenzó a acelerar.
—¿Te sientes extraño de alguna manera? —preguntó Sealtiel de una forma muy calmada.
«¿Por qué demonios te tienes que comportar de esa manera hoy día...me tomas desprevenido», pensó Ethan.
—Si te refieres a que si me siento algo incomodo por como estamos... pues sí —respondió Ethan dudoso.
—Ya veo —respondió Sealtiel de la misma manera tranquila. Con voz de desinterés.
Sealtiel se quitó de encima de Ethan y se bajó de la cama de inmediato. La luz de sus tatuajes brilla tenuemente, Ethan los puede ver porque ella le esta dando la espalda.
«Por un momento pensé que ella me iba a besar», pensó Ethan viendo como las sexys caderas de Sealtiel se menean de un lado a otro al salir de su cuarto.
«¡¿Qué rayos fue eso?!», pensó Sealtiel. «Por un momento sentí una presencia amenazadora viniendo de él. Algo tan antiguo como mi padre», Sealtiel camina a paso lento por el pasillo «Debo de contactar con alguien especialista en esto», sentenció una vez saliendo de la casa de Ethan. Sus alas blancas salieron a relucir para irse volando a la grieta más cercana.
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¡El Amor NO Cae del Cielo!
Fantasi"Edén". Nombre del territorio donde se encuentran las últimas doce ciudades que quedan en el mundo después de una devastadora guerra entre humanos y ángeles de hace tres mil años. El fin de la guerra provocó que el espacio-tiempo se desgarrase y dej...