Sealtiel abre sus ojos con los rayos del sol que pasan por la ventana en el departamento de Diana. Se ha quedado sola, Diana se ha ido a la casa de Ethan y pasaron la noche juntos en la habitación de Ethan, compartiendo la cama como "hermanos" que se quieren.
Sealtiel se metió en una cama en una de las habitaciones del departamento. Hasta ahora Diana la había obligado a dormir en el sofá para ver si con eso se iba antes de su casa, y como salió de su casa, le dejó una nota en la que le indicaba que podía usar uno de los cuartos. Sealtiel suspiro aliviada cuando leyó la invitación a dormir en el cuarto. Sigue atada a una serie de mandamientos especiales, los cuales le impiden en todo caso ser "mala", pero al ser ella puede saltarse algunas reglas. Como matar a los seres inferiores a ella. Las sabanas blancas se deslizan sobre su piel blanca y dejan ver su conjunto de camisa negra y pantaletas oscuras. Queda sentada sobre una de las orillas de la cama y se queda viendo el rayo de luz que le pega a su pie izquierdo.
«Que horrible es este lugar. No entiendo por qué los demás no querían que viniera para acá... No hay nada interesante, al menos unos humanos si que lo son... u-n h-u-m-a-n-o... Ethan, ese chico me trata como una igual, ya nadie me trata como una igual, ni siquiera haya arriba. Es raro, se siente raro», piensa Sealtiel y se toca el pecho.
Uno de los cuestionamientos que tienen todos sobre los ángeles es el saber por qué son parecidos a los humanos si se supone que son seres perfectos, o sea, las "mujeres" tienen pechos al igual que las humanas, se visten con ropa y procuran tapar sus partes intimas. tienen ojos, nariz, boca, dientes, cabello, uñas, oídos, todo lo que tienen los humanos. Las conclusiones han caído a la resolución de: los ángeles también necesitan de todo lo que los humanos necesitan hacer. Inclusive el apareamiento. Sobre otras cosas no se sabe mucho, como que es en lo que piensan, si se pueden enamorar, si pueden sentir lastima por otros. Son preguntas que solo un ángel puede contestar, pero ningún ángel se ha dado la tarea a contestar las preguntas.
Sealtiel saca de la nada la carta que le dejó Diana, carta escrita con una perfecta caligrafía y ortografía. En ella se lee que tiene permitido hacerse de comer lo que ella desee. «No sé cocinar... la persona que me acortejaba anteriormente murió cuando lo invité a comer a casa como acto de educación, lo maté cuando me dijo que cocinaba muy mal». Incluso siendo un ángel, en su mundo es como una persona normal, atada a los mandamientos que todos obedecen, pero solo ella y otros más pueden ignorar eso.
Caminando en paños menores hasta la cocina; ella lee los puntos señalados en la carta. Son solo diez. Una vez terminado de hacer su comida, la cocina queda muy limpia, incluso terminó más limpia de a lo que estaba cuando comenzó. Todo gracias a ese impulso que tiene todos los de su especie por mantener el orden y limpieza. Su plato se mira presentable, muy apetitoso. Lo lleva a la mesa donde se siente y mira de manera dudosa su platillo. Con un tenedor prueba un bocado de lo que ha hecho.
«Definitivamente Diana cocina mejor que yo», pensó y estrelló su mano hecha puño contra la mesa. «No me voy a quejar nunca más de su comida».
Dos horas más tarde Sealtiel se animó a salir de casa para ir a la dirección que Diana anotó en la hoja que le dejó: "casa de Ethan", no pudo sentirse un poco ansiosa de ir a la casa del joven, el cual le ha causado cierta simpatía en el pasar de los días. Tomó la ropa que Diana le dejó en su cuarto, pero al ver el conjunto de ropa que a su parecer es horrible terminó por cambiarlo por un lindo vestido de una sola pieza de color blanco. Sealtiel y todos los ángeles tienen un gran sentido de la orientación, no sabe donde es la calle que le ha indicado, pero puede sentir la energía del joven, justo ahora, la energía que desprende el chico es una de felicidad y eso intriga a Sealtiel. La hace caminar más de prisa por las calles, llama la atención de unas cuantas personas a su caminar. Hombres son los que más se fijan en la belleza de la joven castaña. Ella los ignora por completo, sin excepciones.
ESTÁS LEYENDO
¡El Amor NO Cae del Cielo!
Fantasía"Edén". Nombre del territorio donde se encuentran las últimas doce ciudades que quedan en el mundo después de una devastadora guerra entre humanos y ángeles de hace tres mil años. El fin de la guerra provocó que el espacio-tiempo se desgarrase y dej...