Antes de Media Noche.

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La semana de exploración se acercaba, a tan solo dos días del evento que iba a definir si Sealtiel era de confianza para la sociedad o si debían de poner algún control para restringir su libertad en la tierra (idea dada por ella misma al decir lo de las reglas que la ataban a no matar a nadie por placer). Un grupo de jóvenes era el que iba a salir, solo aquellos que habían demostrado ser capaces de hacer tal tarea, pero no por pertenecer a los diez más fuertes te iba a llegar la invitación; el grupo se conforma por exploradores rápidos, resistentes y con grandes reflejos, la mayoría del top diez cumplen los requisitos, pero no todos aceptan ir a explorar, ya que no trae ningún beneficio salir a la nada. 

Ethan obtuvo la invitación, Sealtiel esta obligada a participar. Las cosas para los jóvenes van resultando de manera inesperadamente rápida. Hace solo dos meses y medio que la chica llegó, para la suerte de Ethan, la llegada de la chica no le afectaba ni para bien ni para mal, solo lo toma como oportunidades de crecer y vencer su miedo. Mientras para Sealtiel, el conocer a Ethan ha sido para bien, ella jamás pensó que un humano fuera digno del sentimiento de afecto que siente hacia él. No es un sentimiento mutuo, y ella lo entiende, pero eso no hace que el sentimiento se desvanezca, incluso hace todo lo contrario. Desear algo que alguien más tiene, eso y Diana ya le contó a Sealtiel que Ethan casi nunca esta interesado de verdad en la chica con la que sale, pero eso la podría incluir a ella. 

Ethan se encuentra en su casa, Sealtiel se esta bañando en el piso superior. La semana de tormentas ha estado muy fuerte, todos los días ha llovido, no les da chance a los chicos a salir a pasear un rato por la ciudad. La temperatura es más baja con medida que las tormentas avanzan, incluso ha llegado a nevar.

«Mi fuerza se incrementa en la temporada de tormentas, pero se vuelve incontrolable algunas veces, no lo puedo detener... es como ese día con el cielo rojo», Ethan mira por la ventana de la sala. El cielo oscuro por la noche y sin estrellas o luna que lo adornen, pues nubes oscuras lo hacen imposible; las únicas cosas que iluminan el cielo nocturno son los rayos y las fisuras en ese tono morado. 

«Espero que jamás la vuelva a ver», pensó Ethan. En eso, Sealtiel bajó las escaleras con un conjunto de ropa blanca que hace resaltar su cabellera castaña rojizo y ojos carmesí.

—Te miras pálido por alguna extraña razón —comentó en un tono algo preocupado la chica.

—Es el clima —confesó él.

—No pensé que el clima de tormenta te diera miedo, ya estas algo grande para que te asusten los rayos y truenos —Sealtiel se acomodó en el sillón de la sala.

—No es eso lo que me asusta, son traumas de la "niñez"

Sealtiel lo miró con algo de intriga. «No pensé que él tendría algún trauma de la niñez. Espero no sean tan graves como los que yo tuve», por la mente de Sealtiel se dibujaron escenas de ella mucho más joven de lo que lo es ahora, en ellas ella mataba a mucha gente con el poder que su espada le otorgaba, gente que se hacia cenizas apenas las llamas los tocaban.

—¿Qué clase de trauma podrías tener tú? —preguntó ella muy interesada.

Él la miró algo extrañado, pensó que a ella le importaría una nada lo que le sucediera a él en su vida.

—Bueno, pues —Ethan pensó en algo muy precipitado—. ¡¿Alguna vez has hecho sangrar a la gente con tu energía?!

La pregunta de Ethan desconcertó un poco a la chica, quien abrazaba sus rodillas y miraba con una expresión de intriga al muchacho que la miraba con ojos expectantes y con algo de desesperación. 

—N-no entiendo del todo la pregunta —Sealtiel trataba de darle sentido a lo que ella había preguntado.

—¿Alguna vez has llegado a herido a alguien liberando la energía de cuerpo? —Ethan cambió la pregunta a una más simple.

¡El Amor NO Cae del Cielo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora