Fä Yttre

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Todos en la unidad de Ethan estaban asustados por la confesión del chico de color. Menos Ethan, él ha estado en presencia de algo peor que un I Znat'.

-¿Cuántas veces has venido a acá afuera? -preguntó un chico de cabello castaño.

El sujeto lo miró con unos ojos vacíos y oscuros, miró al castaño de pies a cabeza y luego hizo lo mismo con el que estaba al lado de él y así hasta que sus ojos examinaron a todos los que estaban dentro del vehículo. Su mirada examinadora terminó con Ethan.

-Las suficientes como para decirte que no vamos a volver todos... Será mejor que no se encariñen mucho con una de las dos gemelas, con la chica rubia, el chico de cabello de hongo -El chico los señalaba con la mirada-... de hecho, tú no te encariñes con nadie, dudo mucho que vayas a volver.

El chico de cabello castaño se puso en extremo pálido, los demás que no fueron mencionados miraron a aquellos que señaló el chico de piel oscura.

-¿Qué te hace pensar que esta vez vas a volver? -Ethan rompió el silencio que se había formado. Todas las miradas se posaron sobre él.

-Nada me lo dice, solo lo sé. El instinto de supervivencia no es el mismo en todos, se puede ver en los ojos de todos.

Era verdad, en los ojos de los que mencionó se notaba el miedo de saber que hay más allá de la tormenta de nieve que estaba afuera. No es el caso de Ethan y de uno que otro, esos que ya han visto la peor parte de la pelea contra las bestias que salen de las grietas.

-Yo debí morir en la primera expedición... pero en el último momento, uno de esos robots gigantes me salvó en el último momento. No lo entiendo, pero él me miró unos momentos antes de perderse en la tormenta de nieve.

«Creo que tiene problemas mentales», pensó Ethan. «Será mejor que no le preste mucha atención», pensó Vanessa.

-A partir de este punto deberemos de caminar. La tormenta más adelante es más débil.

La voz en las bocinas era la de Álvaro.

Las puertas del vehículo bajaron y el aire gélido entró acompañado de copos de nieve que se impactan contra el metal de forma apresurada por los rápidos vientos que hay afuera.

-Soy el líder de equipo. No se separen de mí y tendremos más posibilidades de sobrevivir -informó un uniformado.

Todos se vieron dudosos por un momento, el frío que hay afuera es más de lo que han sentido en sus vidas estando en Edén.

-Si piensan calentarse con su energía, les sugiero que lo hagan para si mismos y que apenas puedan sentir algo de calor, la energía no se recupera tan rápido acá.

Ethan ya lo sabía, ya lo había dicho Álvaro enfrente del Monolito. Pero una advertencia de más en esta situación no hacía daño a nadie.

La larga caminata comenzó, enfrente de todo el grupo iba Lauren y los otros nueve de su unidad, pendientes de cualquier cosa que vieran fuera de lugar; por detrás y muy cerca, va Sealtiel con los otros nueve, listos para que cuando una bestia aparezca lo puedan eliminar lo más rápido posible.

-Oye, Lilia, en este lugar tenemos más fuerza, vamos a salir bien de esta -consuela la gemela Dere a Quiert.

-No le tomes importancia, Lilian , seguro es débil y por eso sus compañeros murieron -dice Quiert a Dere.

Ethan escuchó el cruce de palabras de las chicas y no pudo evitar acordarse de lo que él vivió. «No es debilidad... simplemente hay cosas a las cuales no les puedes ganar», se encogió en sus hombros Ethan.

¡El Amor NO Cae del Cielo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora