El Despertar. I Parte.

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La mirada de Ethan se enfoca en su celular. Un mensaje de emergencia por parte de Ciel. Solicita ayuda de inmediato en El Palacio.

—¿No se supone que ya no perteneces a los diez primeros? —Sealtiel dice lo obvio—. Debe de ser algo importante si es ella quien te manda el mensaje. Además... siento una energía extraña desde hace un rato.

—Si siento lo mismo desde hace casi dos horas. Será mejor que nos demos prisa.

Antes de hacer cualquier movimiento escribió un mensaje en su celular, terminando de pulsar la pantalla guarda su dispositivo con apuro.

Ethan tomó de la mano a Sealtiel y la acercó a él para seguido transformarse en una centella y dirigirse rápidamente a El Palacio.

Las nubes de tormenta avanzan a cada segundo que él se acerca al lugar indicado. Mientras se acerca nota como una concentración de energía da vueltas en el mismo lugar a gran velocidad, mira un tornado de fuego.

En cuanto cae, decenas de rayos lo hacen junto con él. La luz que se ha provocado hace que sea tan resplandeciente como el sol. De inmediato sabe que es lo que esta sucediendo. Sin pensarlo más dirige uno de sus ataques al enorme tornado frente a él.

Todos lo voltean a ver. En sus rostros se aprecian emociones muy variadas.

El chico albino lo mira con esos ojos brillosos de color ámbar que poco a poco se van tornando de color rojo.

—Esto esta a punto de volverse muy interesante —Una sonrisa se forma en el rostro de Seatlas.

Ethan hace resplandecer más sus ojos. El cielo ruge como nunca como si aún se encontraran en la temporada de tormentas.

—No saben lo que están haciendo... Nunca lo han sabido. No saben la razón real de lo que hago aquí —De pronto Seatlas comenzó a caminar lentamente a donde Ethan—. No hubieran creído todo lo que les diría de todos modos.

Sus pisadas dejan sus huellas en un resplandeciente rojo. Su cuerpo completamente desnudo deja ver una figura muy bien definida de alguien que ha peleado mucho.

—¿De que rayos esta hablando? —pregunta Scott a la persona más cercana a él. Ciel.

—No tengo idea... como el lo acaba de decir.

Los ojos de Ciel se enfocan en la entrepierna de Seatlas. Solo por curiosidad, todos en su momento también lo hicieron.

Ethan saltó al mismo nivel que Seatlas. Su cuerpo rebosa de tanta energía que rayos salen del piso para integrarse en sus piernas.

—No comprendo lo que esta sucediendo exactamente, pero estoy seguro de que amenazas la tranquilidad de este lugar. Siento una energía similar a la de Abyssus saliendo de tu cuerpo.

Seatlas tomó el comentario a mal. Ya que odia a ese traidor desde lo más profundo de su ser.

Ethan lo pudo ver claramente, como su oponente puso un pie enfrente de él y luego otro y otro más, así hasta que llegó enfrente de él. Para todos los demás fue como en toda la pelea anterior que parecía que se teletransportaba del lugar.

Ethan lo pudo tomar de frente recibiéndolo con un agarre para arrojarlo al suelo, más no contó con que su enemigo pudiera evadir su agarre con una explosión de fuego.

Ahora no sería una pelea de cuerpo a cuerpo como lo fue con los demás Cazadores. Sería una pelea a distancia viendo quien puede destruir a su enemigo antes de quedarse sin energía.

Rayos cayeron seguido uno de otro al lugar donde se encuentra Seatlas. Algunos lograron impactarlo de lleno y los demás los logró evadir con dificultad.

¡El Amor NO Cae del Cielo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora