Encuentro.

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Dentro de la cabeza de Ethan suceden cosas que él no puede saber el porque de ellos, cosas que lo han logrado atemorizar algunas veces mientras duerme plácidamente en su cuarto sobre su colchón.

—De nuevo te muestras de esta manera, joven del Rayo —dice una voz dentro de su cabeza. Él sabe muy bien que se encuentra inconsciente en estos momentos.

—No sé a que te refieras con eso, pero supongo que tiene que ver con que de nuevo soy un inútil cuando más tengo que ser más fuerte.

Ethan se siente de la misma manera que siempre que aparece un ser divino, inútil, débil, incompetente ante las nuevas amenazas.

—¿Después de lo que he hecho por ti me vas a decir esas palabras vagas? —la voz sin forma física se oye decepcionada por lo que el joven acaba de mencionar.

—No encuentro más palabras que decir... ¿Cómo puede mi subconsciente decirme esas cosas?

—No tengo idea, solo sé que existo desde el momento en el que nos encontrábamos en un lugar frio, justo después de que un objeto largo te atravesar.

Ethan sabe exactamente de que es lo que habla su conciencia, el momento que menciona es el de cuando la lanza de Longinos casi lo mata. ¿Mata? Realmente nunca se sintió muerto en esos momentos, solo sintió un momento de paz en un mundo caótico como lo era el exterior.

—¿Qué es lo que sucede allá afuera en estos momentos? —pregunta Ethan, perdió el conocimiento después del tercer golpe contra el asfalto.

—Mi conocimiento se limita hasta donde tu alcances a ver, no te sirvo de nada cuando estas desmayado. Siento no ser de más ayuda en estos momentos.

—Cierto. Que tonto de mi parte —la duda y la curiosidad invadió la boca de Ethan para formular nuevas preguntas—. ¿Por qué tu voz es femenina?

—No lo sé. Quizá es por el hecho de que tengas más amigas que amigos. No quiero insinuar nada, pero las cosas son de esa manera.

Ethan al estar atrapado en su mente no es capaz de "pensar dentro de su cabeza", todo lo que "piensa" sale de su boca sin más.

—¿Entonces has estado ahí todo el tiempo solo que ahora eres capaz de interactuar conmigo desde ese momento en el exterior?

—Sí... —La voz se detuvo unos momentos—, pero las cosas de antes del evento son algo confusas, como si me hubieran separado de ti. Pero, no lo creo, creo que ni siquiera pertenezco a tu conciencia. Eso es algo que no se podría dar, porque creo que te he salvado en varias ocasiones. Tu poder no estuviera en el nivel en el que se encuentra si no fuera por mí, así que supongo que debo de ser ajena a ti.

—Quizá sea de esa manera. Ya que no siempre te encuentras ahí cuando duermo. Es la segunda vez que hablamos de hecho, y del evento en el que apareciste ya van dos meses y medio, ya casi tres y solo son dos veces las que hemos hablado y esta es la vez que más hemos hablado.

—Siento que te conozco de toda la vida, por eso a veces me cuestiono si de verdad soy ajena a ti. Lamentablemente es a lo que apuntan todas las pruebas que tengo.

—Bueno, conciencia mía, creo que llegó el tiempo de que despierte, me comienza a doler la cabeza así que supongo que no me esta yendo bien allá a fuera.

—Sí, yo también siento una minúscula dolencia, no tengo cuerpo, pero la sensación siempre es la misma, debe de ser eso que usted dice que tiene sobre la cabeza.

Fuera en la ciudad once, donde se lleva a cabo la pelea entre un ente poderoso, una semi-dios, una serafín de la destrucción y uno que otro espectador; miran como la serafín defiende a su querido amigo de una lanza de luz.

¡El Amor NO Cae del Cielo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora