¡El Amor NO Cae del Cielo!

Nuevas Reglas.

Ethan se encontraba en la sala junto con Ciel y Diana. Han pasado dos días y todo parece ir normal, extrañamente Ethan siente que Ciel esta un poco más calmada que otros días, como si su aura asesina hubiera bajado un poco.

«En el noticiero no ha salido nada respecto a lo que hice hace tres días. Imaginé que sería algo como esto, las personas no saben nada de lo que sucede fuera de sus monolitos, no debería de preocuparme, fui muy cuidadosa de no dejar pista alguna de que fui yo, las cámaras de seguridad de todos los lugares a los que entre fueron borrados una hora antes y una hora después de que entré, igual con las cámaras de El Palacio. Me recuerda a cuando hacia esto para vivir. Es algo relajante», pensaba Ciel mientras Ethan y Diana comían mientras platican.

—Te lo digo yo. Mark estaba con Flor en las gradas y Yuli y Rachel me estaban hablando por video llamada para que también lo viera —Ethan se ríe y Diana también—. Luego, cuando se confesó; la cara de Flor fue de asombro y luego se puso seria. Ya imaginarás como terminó.

Ethan y Diana acaban de salir de la Academia y su tema de conversación del día es lo que ocurre con sus amigos. Muy diferente de Diana que casi no tiene amigos, los pocos que tiene los comparte Ethan con ella.

—Fue bateado de nuevo —comentó Diana—. Tu amigo tiene muy mala suerte con las chicas. Y eso que es guapo, si no lo fuera supongo que ni le hablara a Yuli y Rachel.

—Son cosas de hombres... y la culpa la tienen las mujeres por dar entrada a algo que no existe, juegan con nosotros y luego rompen nuestras ilusiones de forma no sutil. Hasta se esfuerzan para tratar de sonar bien pero a la vez dejarnos como basura —argumenta Ethan probando su carne.

—Son muy dramáticos ustedes algunas veces —Diana rueda los ojos—. ¿Ahora a quien le vas a presentar?

—No lo sé, quizá a Vanessa, quizá a una de las gemelas. No lo sé, incluso alguien más le puede ayudar, no soy su único amigo.

—No, pero eres su mejor amigo y él es el tuyo —Diana deja de comer cereal.

Ethan siguió comiendo, pero luego la imagen de Sealtiel cruzó por su mente. Una expresión de melancolía con un suspiro fueron más que suficientes para que Diana pusiera una cara de "¿en serio?".

—Ya es un mes y medio, ya casi dos meses, ¿no? —dijo Diana ablandando más su voz.

Ethan miró de reojo a Ciel, ella sigue atenta al noticiero y de vez en cuando alterna su vista al periódico que tiene en sus manos, también suele dar bocado a el cereal con frutas que esta comiendo.

—Sí. Es igual que al principio. Siempre debió ser de esta manera —Ethan miró fijamente el cabello platinado de Ciel—. Sí que parecen hermanas ustedes dos.

Ciel y Diana miraron a Ethan. La primera con un poco de recelo y la otra más con ilusión. El tener a alguien a quien pueda llamar hermana la hace feliz después de todo.

—No estaría mal ser su hermana —dijo Ciel—. Por cierto, ya he conseguido un trabajo. Mis datos ya aparecieron. Lamento haber tardado tanto en conseguir un trabajo.

—¡Felicidades, esas son buenas noticias! ¿Y tu familia? —Diana tiene ese brillo en sus ojos de añoranza.

—Tuvieron un accidente. Creo que soy la última de los míos.

Diana estaba al borde de las lágrimas. Ethan tuvo que hacer algo rápido para que ella borrara ese sentimiento de tristeza.

«Detesto hacer esto», quejó Ethan en su mente antes de tomar café para milésimas de segundo después trabarlas en su garganta y respirar para "intentar" ahogarse. Eso provoca que el café algo caliente salga por su nariz cuando comienza a toser.