Festival. Parte II.

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Lo primero que se encontró Ethan al pasar la puerta del salón de  Anatomía, fue la cara de Sealtiel, de esa forma inexpresiva de siempre, mirando a Ethan. 

—¿Qué están haciendo aquí? —la maestra salió por detrás de Ethan. Reconoció la cara de Diana, pero no la cara de Sealtiel. 

N-nada... veníamos por Ethan —contestó Diana. Le pegó de forma leve a Sealtiel en el brazo, esperando que la apoyase.

Así es. Venimos por Ethan —contestó una indiferente Sealtiel. Miró de reojo a Ethan y luego devolvió la mirada a la maestra. 

Será mejor que vayan a sus casas. Las grietas se han comenzado a dilatar —ni bien terminó de hablar la maestra cuando el mensaje blanco le llegó a Ethan, una fisura se convirtió en grieta en una zona muy cercana.

Hoy no tendrás mi apoyo —comentó Diana.

La maestra en un suspiro largo le ordenó a Diana abandonar la academia, solo a ella, pues sintió una distinguida habilidad emanando del cuerpo de Sealtiel. La profesora se llevó a Diana sujetándola del brazo al bunker de la academia, dejando a Ethan y a la ángel atrás.

Parece que nos tenemos que ocupar del I Znat'... bueno, el que llegue primero se lo queda —dice el joven y ella solo lo mira como si fuera un desconocido.

Bueno... entonces... esta vez te voy a ganar —retó Sealtiel, sus alas se desplegaron de forma inmediata y su halo apareció sobre su cabeza, al joven no le dio tiempo de ver bien la imagen de ella, porque salió a toda prisa por el techo de la academia. 

«¡Eso es injusto!», pensó él al transformarse en una centella de color azul. En cuestión de segundos fue capaz de alcanzar a medias a la chica alada. Las alas moviéndose de esa forma tan majestuosa, el cabello de la chica revoloteando por el aire, la blusa blanca de la chica apenas moviéndose, pues le queda algo ajustada, el pantalón de mezclilla que le dejan ver sus glúteos bien formados. Pero él no piensa eso de ella, no sirve de nada fantasear si es imposible alcanzarlo.

Muy pocas veces cae a la tierra I Znat's que son de forma humanoide, y es aún más raro cuando no solo se parecen a un humano, si no que también son de una estatura promedio, cunado normalmente miden dos o tres metros.

La grieta dilatada en cielo indica que el I Znat' esta en algún lugar cerca, eso es lo que ve Ethan a simple vista, no hay manera de confundir a una de esas cosas con apariencia humana, pues siempre tienen líneas de colores por su cuerpo. Y aparte, son los únicos que están en la calle cuando la alarma suena. Así que no fue nada difícil localizar al nuevo objetivo.

Cuando Ethan tocó el suelo, el sello de Sealtiel ya se había dibujado en la tierra. Eso confundió un poco al chico. «¡Se supone que la había dejado atrás», pensó el joven. «Ya no tengo nada que hacer aquí, me limitaré a ver la pelea», pensó el chico mirando la espalda de la joven, una mirada a los edificios cercanos y notó como varios "policías" se asomaban para poder apreciar la pelea de la ángel.

«Me sorprende que aún no se hayan tratado de acercar a ella cuando ya saben lo que es», dedujo el joven al ver todo al rededor. 

La criatura con aspecto de hombre salió de entre la tierra envuelta en una espesa neblina roja, su piel blanca y ojos completamente oscuros, la carencia de cabello y rostro sin expresiones le recuerdan al joven un poco al anciano de la biblioteca, él lo llama de vez en cuando "oráculo", hace días que no va con él a que le diga los lugares donde es más probable que caiga un I Znat' fuerte.

De la boca de la joven, unas palabras en un dialecto extraño fluyeron con mucha naturaleza. El joven, algo que esta apartado de ella, pudo escuchar la pronunciación, pero no sabe lo que quiere decir. Pero sin duda, lo más sorprendente de todo, fue el hecho de que la criatura le contestó de manera fluida. Quizá todos lo vieron, vieron mover los labios de la criatura y por la forma, notaron que hablaba con Sealtiel.

¡El Amor NO Cae del Cielo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora