perdóname (caché g!p)

Capítulo 14: me enamoré

Calle

Escuchar a poché me partió el alma, el dolor con que lo dijo fue demasiado para mí. Pero aun así la entiendo, ella ha sufrido mucho por nuestra culpa y puedo hacer de todo para intentar corregir eso, pero ella no me va a perdonar nunca, ya me quedó claro.

Me odia y me lo gritó con todo el rencor que alguien podría tener, lo entendí y por eso solo me fui. No quería seguir causándole dolor con mi presencia y ya no la voy a seguir haciendo.

Fue muy difícil evadir a Laura y Juancho, pero lo logré apagando el teléfono para ir a tratar de olvidar al menos algo de todo lo que dijo poché y lo hice con el único modo en la que lo puedo hacer. Bebí, bebí mucho y aun así seguía escuchando sus palabras, no podía permitir eso y vi mi oportunidad de sentir al menos algo de lo que siente poché e hice que me golpearan al intentar coquetear con una chica que estaba con su novio y sus amigos.

Me dolía todo el cuerpo, pero aun así sentía mucho más dolor en el corazón y no puedo controlarlo. Me siento lo peor de este mundo y mucho más al descubrir que no me quiero alejar de ella, no solo la quiero proteger, es mucho más que eso y ahora solo me queda tragarme lo que siento porque sé que no sucederá nunca.

—¿Qué te pasó en la cara y donde carajos te metiste ayer?

—no estoy para sermones Juancho y por favor déjame en paz —siguió mis pasos hasta mi oficina y yo solo quería estar sola.

—Laura me dijo lo que pasó ¿Dónde te metiste?, ella estaba muy preocupada y yo también

—ya te dije que no quiero hablar del tema y lo que haga o deje de hacer con mi vida no es de tu incumbencia —el solo me veía sin emitir una sola palabra y creo que entendió porque caminó hasta la puerta.

—no arruines tu vida y me preocupo porque eres mi amiga —no dije nada y solo me puse a revisar algunos documentos, ayer no vine a la empresa y sinceramente ni siquiera sé donde estuve o con quien, peor aún ¿Cómo es que llegué a casa o mi habitación? No recordaba nada y ojalá eso pasara con sus palabras, pero ¿Qué sería del hombre sin sufrimiento? Exacto, nada.

No estaba de humor para visitas y lo más seguro es que Laura también llegue a regañarme así que le pedí a clara que por favor no me pase ninguna llamada y mucho menos visitas.

Tenía mucho trabajo, pero seguía pensando en poché, esto va a ser muy difícil y siento que salir antes que ella no es suficiente, tengo que alejarme completamente y va a ser lo más difícil que podría hacer considerando que me siento terriblemente vacía si al menos no escucho su voz.

—señora calle ¿quiere que le traiga el almuerzo o prefiere ir a almorzar con su esposa?

—no tengo hambre y por favor no quiero que me interrumpas más, si necesitas dejar un documento solo entra y hazlo —clara no decía nada, pero tenía que decirlo así para que entendiera, oír al resto llamar a poché como mi esposa suena tan lindo, pero duele mucho y me hace sentir aún más mierda

—perdón señora calle no volverá a pasar, con permiso —no levanté la cabeza en ningún momento y mucho menos respondí, solo seguí en lo que hacía, no tenía prisa en ir a casa y no creo que a alguien le importe.

Estuve en esa oficina hasta las nueve de la noche cuando decidí que era mejor ir a beber algo y tratar de relajarme. no quise encender el teléfono porque sé que Laura y nana estaría llamando a cada segundo para decirme que todo estará bien y pedirme que no haga esto ¿pero ellas que saben de lo que siento? No podrían saberlo nunca.

—hola preciosa —alcé la vista y una chica muy linda me sonreía

—hola ¿Cómo te llamas? —se sentó frente a mí y extendió su mano en saludo, no dudé en tomarlo y ser amable.