perdóname (caché g!p)

Capítulo 56: el inicio de la verdad

Johan

Había llegado el momento, ya no tengo con que retrasarlo más porque si yo no fui quien ayudó a juan Carlos entonces fue mi padre y eso si es malo, el idiota me odia por abrirle los ojos a su hija y mi vida es la que está en juego.

—¿fuiste tú?

—lo necesitaba fuera y gracias a tu grandiosa idea ahora odia aún más a Daniela

—pero aun no tenía que salir, ese no era el plan. Se supone que esperaríamos a que calle....

—ya no hay nada que esperar Johan, tienes que hacerlo ahora

—¡el idiota casi me mata! —no puedo creer que ahora quiera adelantar todo sin medir consecuencias

—¡no era para ti! Y si no hacías nada en estos momentos estaría muerta —se acercó presionando el puño y estoy seguro que me golpeará —¡la salvaste!

—muerta no nos sirve ¿Por qué no lo entiendes? Ella tiene que firmar los documentos

—¡entonces has que lo firme! Y no me importa como lo logres

—y tu deja de hacer cosas a mis espaldas —no me doblegué a sus gritos, yo no le tengo miedo —esa bala era para mí y aunque me jures que no era así sé que juan Carlos también quiere acabar conmigo

—si hace eso es hombre muerto, eres mi hijo y te debo cuidar ¿no? —acarició mi rostro fingiendo un cariño que ni se si existe y luego solo fue el mismo —ahora ve y has lo que te dije, quiero esos papeles firmados ya ¿entendiste?

Salí de su oficina para ir a desahogarme en la mía, ¡lo odio! Lo odio con todo mi ser y estaría preso si no le hubiese salvado el pellejo hasta ahora, aunque no es precisamente porque me importe sino por lo que yo quiero lograr y solo lo puedo obtener si sigue vivo.

—Johan ¿estás bien?

—¿Por qué lo dices? —traté de lucir normal, pero ella me conoce muy bien

—vi que saliste de la oficina de tu papá ¿pelearon?

—algo así ¿tienes los documentos que te pedí? —ella sabía lo que significaba, pero aun así asintió —necesito que me lo envíes a mi correo y luego te vayas

—no me iré cuando tu...

—necesito que veas esos negocios personalmente, yo estaré muy ocupado y eres en la única que confío para hacerlo —iba a ser difícil convencerla, pero es por su bien —cuando estés ahí puedes tomarte unos días y disfrutar de las playas, Miami tiene playas muy lindas

—Johan...

—hazlo por mi ¿sí? Solo quiero que estés bien — me acerqué para tomar su mano y de alguna manera tratar de convencerla —yo estaré bien y muy feliz sabiendo que estas dejando todo atrás

—está bien —respondió rendida —¿Cuándo salgo?

—mañana mismo y lleva todo lo que te dije para cerrar el trato

—lo haré, pero tengo que salir ahora para hacer maletas ¿está bien si salgo?

—puedes hacer lo que quieras, esta también es tu empresa —me sonrió después de darme un abrazo y salió de mi oficina. A mi papá no le hará gracia que ella esté aquí cuando todo esto pase así que la necesito muy lejos. Es por su bien y quizá más por el mío.

Ahora solo me queda planear todo con mucho cuidado, nada tiene que salir mal y eso es casi imposible ahora, alguien tendrá que pagar las consecuencias y me encargare de que sea la persona correcta.