Capítulo 38: visita

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Calle

Ver esas fotos fueron una verdadera tortura, se la ve tan natural y hasta creo que feliz que de tanto pensarlo tomé la decisión de terminar con esto. Ella solo está en peligro conmigo y él es un idiota, pero también es el único hombre con el que ella ha estado, es su primer amor y aunque me duela sé que ella lo quiso mucho, tal vez ese amor aún sigue intacto y lo que siente por mí es solo agradecimiento. No quiero sufrir y mucho menos hacer que ella esté conmigo solo porque piensa que me debe algo, al fin y al cabo, fui yo quien se enamoró perdidamente y ella pues no lo sé.

—¿estás segura que es lo correcto?

—es lo mejor para ella —es por lo único que tomé esa decisión sin importar lo que Juancho me decía. no me importa la empresa, no me importa perderlo todo y entregarle el esfuerzo de mis padres a unos malditos narcotraficantes si ella no es feliz, solo me importa poché.

—yo creo que es una decisión muy apresurada, esas fotos pueden ser editadas y sabes perfectamente que te lo hicieron llegar solo para torturarte —quizá Leo tenga razón y es algo que he dado vueltas en mi cabeza durante muchos días logrando atormentarme cada vez más pero ya no tiene sentido hacerlo, tomé una decisión y aunque me destruya el resultado solo me queda asimilarlo.

Mi compañero de celda es un romántico soñador y desde que llegué me ha tratado con educación, algo raro en este lugar, pero mi suerte no ha sido del todo satisfactoria porque he pasado muchos días en la celda de castigo por haber golpeado a algunos idiotas que quisieron hacer lo mismo conmigo, estoy segura que por órdenes de Johan.

—no hay marcha atrás y creo que es lo mejor, ella estará bien muy lejos de aquí y será feliz al lado de su hermana —podía notar el rostro pensativo de mi compañero y ese gesto de tocarse la barba cada vez que tiene que decir algo importante se hacía presente, es raro saber lo que hará o dirá con solo ver sus expresiones si prácticamente acabo de conocerlo.

—¿estás segura que será feliz? ¿tú serás feliz? —sin ella no podría ser feliz de eso estoy muy segura, pero alejarse es lo mejor para su bienestar emocional, estar lejos del lugar y de los que tanto daño le hicieron le hará bien.

—es muy difícil de explicar —tomé la foto que tenia de ella bajo mi almohada y solo suspiré viéndola, es lo único que me hace seguir adelante y no perder las esperanzas de salir de este lugar

—mi querida Daniela, el amor siempre es difícil de explicar por eso muy pocos se enamoran —tomó su libro y empezó su lectura diaria a esta hora para luego ponerse cómodo en esa cama y poder conciliar el sueño. Es muy difícil de entender cómo es que un hombre como él fue a parar en un lugar como este, definitivamente el pertenece a cualquier lado menos aquí y eso que aun ni siquiera sé que fue lo que hizo, es bastante reservado con ese tema y prefiero no ser imprudente con la única persona que me ha ayudado en este lugar.

Las horas transcurrían y yo no podía conciliar el sueño, mi mente no dejaba de pensar en ella, en sus besos, sus caricias, la manera con la que me mira y su dulce voz diciendo mi nombre. No debí encontrarme con Sebastián, no debí actuar por impulso y tal vez ahora estaría con ella, el idiota de Mario no se hubiera acercado y yo seguiría enamorándola, haría hasta lo imposible para que me ame, pero no. En lugar de estar utilizando mi tiempo en hacerla feliz estoy aquí, en estas cuatro paredes, solo pensando en ella y tratado de recordar a lo que saben sus besos. definitivamente es frustrante no saber si ella aun siente algo por Mario.

Tomé la foto poniéndola en mi pecho y cerré los ojos tratando de que mi sueño sea con ella, es el único modo de dormir en este lugar y desde mañana todo será diferente. Juancho traerá los papeles del divorcio firmadas y haré que la casa de mis padres se venda, no pienso seguir ahí, esa casa solo me recordará a poché y olvidarla será imposible.

perdóname (caché g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora