Capítulo 43: motivos para seguir

3.6K 188 22
                                    


Poché

Sentía dolor en todo el cuerpo, pero al intentar moverme no pude, ni siquiera sé que me había sucedido. Solo recuerdo salir de la universidad y cuando intenté llamar a Joaquín alguien me arrebató el teléfono.

—ya era hora de que despertaras, pensé que se me había pasado la mano —abrí los ojos completamente ¿estoy soñando? Porque esto no podría ser más que una maldita pesadilla.

—¡déjame en paz! ¡déjame ser feliz! —se acercó de inmediato y su mirada era la del chico lindo que una vez conocí y creí que me amaba más que a nada, ese mismo que me llevaba a casa cada tarde después del colegio y me robaba algunos besos tímidos antes de irse, el mismo del que estuve muy enamorada creyendo que era el amor de mi vida ¿cómo pude estar tan equivocada?

—eso haremos mi amor, nos iremos de aquí y al fin seremos felices como una vez te lo prometí. Sé que me tardé en entenderlo, pero ahora lo hago, ahora entiendo que tenemos que desaparecer de este lugar, irnos muy lejos donde nadie nos encuentre, un lugar donde ellos no tengan poder —estaba delirando y hasta me daba miedo escucharlo, pero el parecía estar muy decidido

—déjame ir Mario...

—no, estamos en peligro poché y ya no hay retorno ¿entiendes? Ya no tengo vuelta atrás, el me asesinará si regreso o si me encuentra

—¿Johan? ¿Él te amenazó? —empezó a reír mientras tomaba asiento frente a mí, en aquella única mesa en ese cuarto sin ventanales ni puertas ¿Dónde rayos estoy?

—a estas alturas quizá ya está muerto, pero fue su culpa poché

—¿Qué hiciste? —pregunté temiéndome lo peor

—solo salvé mi vida, si no contrataba a ese hombre él me iba a disparar poché, Johan me iba a matar en esa fábrica y todo para vengar al idiota de su amigo —no estaba entendiendo, pero el parecía estar orgulloso de lo que hizo —averiguó que fui yo quien le disparó a Sebastián y me hubiese encantado acabar con él también...

—tu.... ¿fuiste tú?

—era perfecto, Sebastián muerto, Daniela calle en prisión y solo quedaba acabar con Johan para ser al fin libres mi amor. Lo hice por nosotros poché, para ser felices y.....

—¡eres un maldito asesino! ¡por culpa tuya Daniela estuvo todo ese tiempo en prisión! ¡ella era inocente!

—¡ella también es culpable! ¡ella también te lastimó poché!

—¡no! ¡ella no es como ellos! —retrocedió unos pasos sosteniendo su cabeza y solo negaba con lágrimas en los ojos, decir que no me duele verlo así sería una gran mentira, pero no puedo ocultar mi amor por Dani.

—¿Por qué poché? ¿Por qué a ella la perdonaste y a mí no? —se arrodilló frente a mi apoyándose en mis piernas atadas —dime que quieres que haga para que me perdones, dímelo y te juro que lo hago ¿Qué hago para que me vuelvas a amar? ¿quieres que regrese y los mate a todos? ¿quieres que los haga pagar?

—no puedes ir por la vida matando gente Mario

—¿me volverás a amar? —su pregunta se respondió sola cuando apreté mi anillo de bodas y él lo notó —entonces también acabaré con ella, serás solo mía poché, me darás eso que siempre fue mío. Me darás tu amor y te entregaras a mí, en cuerpo y alma

—por favor no hagas eso Mario, por favor no me toques —mi cuerpo empezaba a temblar de manera inmediata y no quería abrir los ojos, no quiero que él me ponga un dedo encima.

—¡te entregaste a ella! ¡duermes cada noche en sus brazos y te hace el amor como yo nunca pude! ¡serás mía y...!

—¡no! ¡ella nunca me ha tocado! —lo grité con fuerza y desesperación para que me escuchara y dejara de acercarse y creo que lo logré. Estaba estático como asimilando lo que le dije

perdóname (caché g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora