Capítulo 27: beso robado

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Calle

Las semanas están de maravilla, la empresa está en ascenso, aunque hemos tenido muchos inconvenientes con algunos clientes, todos concordamos con que el causante es Johan, pero aún no tenemos pruebas y dudo que lo encontremos, él no se ensuciaría las manos. para eso tiene un sequito de idiotas como Mario y juan Carlos.

—pasó otra vez calle —últimamente Juancho solo trae malas noticias y yo en verdad ya no sé cómo solucionarlo, creo que me volveré loca

—¿saben quién fue?

—la mercadería llegó así, quien haya sido se las ingenio muy bien para hacerlo justo antes de que el barco zarpe. Dani no podemos permitir que esto continúe así

—¿nuestro cliente tomará medidas? – el negó tomando asiento

—logramos solucionarlo, pero esto nos puede perjudicar si no lo detenemos, fueron tres veces este mes y siempre se sale con la suya, no entiendo como porque nosotros tenemos nuestros horarios muy detallados

—quizá eso sea el problema —ambos giramos a donde provenía la voz y era mi linda esposa, cada vez la veo más hermosa que el día anterior

—hola poché —Juancho le dio la bienvenida y yo no reaccionaba

—hola Juancho ¿estás bien Dani? —se acercó a mí y me vio directo a los ojos, esos que son un completo misterio y estaría encantada de pasarme la vida descubriéndolo

—sí, si estoy bien solo pensaba en lo que dijiste —ella regresó a su lugar y tomó asiento al lado de Juancho quien prestaba atención a lo que pasaba

—¿Por qué dijiste que nuestro horario es el problema? —preguntó mi amigo revisando la laptop

—el que intenta sabotearnos sabe exactamente cuándo hacerlo y no importa lo que hagamos siempre se sale con la suya. Estuve pensando y quizá alguien de aquí de la empresa es quien les da esa información

—¿y que propones? —pregunté

—que absolutamente todos nuestros horarios de embarcación seas cambiados, hagamos que sea rotativo, todo a detalle como siempre, pero esta vez no se tiene que hacer público aun, algo así como un examen sorpresa. Los que se encarguen de embarcar lo harán cuando se les sea ordenado, todo será manejado por nosotros y espero no tener más inconvenientes con ese tema —me encantaba su idea y el rostro de Juancho decía lo mismo

—lo haré ahora mismo, documentaré todo y todos nuestros clientes serán avisados lo antes posible

—me envías lo que necesites que firme y revise cuanto antes —Juancho asintió y se puso de pie sin antes acercarse a poché

—fue una idea genial y estoy seguro que funcionara —poché le sonreía tímida —y ahora si me voy, nos vemos luego chicas

—bye Juancho —lo despedimos y yo estaba muy orgullosa de mi esposa, esa palabra se hace mi favorita a cada segundo.

—no me mires así Dani —se cubría el rostro para no ver lo sonrojada que se pone cuando me quedo viéndola como idiota, pero es inevitable

—perdón, pero es inevitable no hacerlo poché, eres hermosa y me pierdo cuando sonríes ya te lo dije —dejé de fastidiarla porque sino se iría y es lo que no quiero así que nos concentramos en revisar la lista de los clientes y las fechas de embarcaciones cuando ella dijo que iría al baño a refrescarse un poco, ya era tarde y sí hacía calor así que le pedí a clara que nos consiguiera bebidas heladas.

—¿las encontraste? —pregunté al sentir pasos hacia mi así que asumí se trataba de clara, pero no era así —¿Qué haces aquí?

—vine a visitarte y saber si perdiste mi numero porque no me llamaste —se acercó contoneando la cintura de la manera más sexi que podría hacerlo y no puedo negar que no me era indiferente

perdóname (caché g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora