Capítulo 59: la bienvenida

3.6K 176 6
                                    


Johan

Dos semanas, dos malditas semanas en este maldito hospital y ya no veo la hora de largarme, necesito solucionar muchas cosas y entre ellas es Matu, le pedí que se quedara en Miami por un tiempo más y solo aceptó con la condición de que la llame todos los días, aunque fue Irene la que lo estuvo haciendo sin falta.

Le llevo suplicando que me deje salir de aquí durante unos días y siempre se niega, ya me siento bien y aunque no del todo sé que puedo valerme por mi mismo.

—¿Cómo te sientes?

—estoy bien ¿ya me dejaras salir? —ni me miraba y yo solo quiero salir de este lugar —Irene por favor, en verdad necesito salir lo antes posible

—si sales te vas a poner en peligro nuevamente Johan ¿sabes que sentí cuando te vi entrando a quirófano? ¿sabes cómo me sentí aparentando no conocerte para estar en esa cirugía? Casi te pierdo y no quiero hacerlo

—¿entonces me mantendrás aquí el resto de mi vida?

—si eso no te pone en peligro lo haré —no sabía si enojarme o llenarla de besos por ser tan cursi —tengo miedo Johan, tengo miedo de que un día llegues, pero yo no pueda hacer nada para salvarte la vida, tengo miedo de perderte en ese quirófano

—hey, eso no pasará...

—¿Cómo estás seguro? —en verdad no podía asegurarlo, pero si eso la tranquiliza, lo haré

—me cuidaré el doble si eso te pone feliz, no me pondré en riesgo ¿te parece?

—salir de aquí y estar en ese mundo ya es un riesgo Johan

—no me queda de otra, no puedo elegir

—claro que puedes, podemos desaparecer de aquí Johan. Nos iríamos al fin del mundo si quieres si con eso no te pierdo —desde que le conté la verdad lleva diciendo lo mismo y ya no sé cómo hacer que me entienda y entienda por qué hago lo que hago

—no puedo dejar a Dani con toda esta mierda y simplemente desaparecer, se lo prometí a German y se lo prometí a ella

—¿y yo que? ¿Qué hay de mi Johan? —intenté tomar su mano, pero no me dejó

—mi amor, por....

—tienes tu alta, en unas horas vendrá una enfermera para ayudarte —firmó una hoja y me lo entregó

—Irene

—ya tienes lo que querías —no dijo nada más y solo se fue dejándome con la palabra en la boca ¿Por qué no entiende que esto no se acabará con solo irme? ¿Por qué no entiende que no puedo dejar a Dani? No podría dejarla sola, no quiero.

Vi la hoja y era la autorización para salir así que eso hice, me puse de pie y busqué mi ropa en los cajones de un pequeño mueble en frente de la cama, me demoré en colocármelo, pero lo logré a duras penas. El lado derecho de la espalda me dolía horrores con cada esfuerzo, pero ya no soporto estar aquí.

Busqué mi teléfono para llamar a mi papá porque desde que le entregué los documentos que firmó calle no lo he vuelto a ver por aquí y eso no me sorprende, pero si me da curiosidad de lo que estuvo haciendo en mi ausencia. conociéndolo me lo imagino saltando de alegría en la empresa de calle solo para regodearse que ahora él es el dueño.

—Johan hasta que sé de ti —si al menos se hubiese tomado la molestia de venir a visitarme hubiese sabido de mí mucho antes

—me dieron el alta, iré a casa para vestirme y luego a la empresa ¿estás ahí?

perdóname (caché g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora