Capítulo 30: dormir con ella

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Johan

—¡estoy cansado de sus idioteces! Se supone que manejarías el asunto muy bien Johan ¿Qué fue lo que pasó? Ahora se supone que tenemos que sacar de la cárcel al idiota de Mario...

—señor Vera....

—¡te callas Sebastián! Tengo entendido que tu padre ya habló contigo y espero que dejes de estar repitiendo esa estupidez porque te aseguro que si abres la boca será la última vez que vuelvas a ver la luz del sol ¿entendiste? —mi padre tomó a Sebastián del rostro he hizo lo de siempre. intimidarlo, es muy bueno haciendo eso y funciona con todos, pero conmigo no.

—papá me encargaré de esto....

—¡¿así como te encargaste de calle?! Te dije que la quería muerta, lo único que tenías que hacer era mandarla a matar y esa empresa seria nuestra ¡dime Johan! —a quien quiero matar en este preciso momento es a él y así terminar con toda esta mierda, pero también sé que solo sería ponerle pausa y eso lo que no quiero

—ya contraté al hombre y se supone que lo haría mañana cuando salga para su empresa, pero Mario lo arruinó, ya no podemos hacerle nada porque a quienes culparían es a nosotros y en este momento no necesitamos escándalos —Sebastián estaba callado y solo me veía de vez en cuando mientras mi papá daba vueltas en su silla

—tienes razón ¡maldita sea!, quiero que cuando lo saques le des una probadita de lo que le sucederá si vuelve a arruinar nuestros planes y por favor esta vez hazlo bien —solo asentí y estaba por salir cuando llamó a Sebastián —no quiero volver a escuchar de tu arrepentimiento porque te aseguro que ni tu padre se interpondrá para lo que te sucederá

—eso no volverá a pasar papá, Sebastián ya entendió ¿cierto? —solo pudo asentir y ambos salimos con dirección a mi oficina. estaba furioso, pero también tenía esperanzas de que mis planes no se arruinen en el camino.

Tengo unas ganas enormes de asesinar a Mario desde que me enteré que se llevó a la esposa de calle sin decirnos absolutamente nada, creo que no entiende que no se puede mandar solo y menos en la situación en la que nos encontramos, pero esto termina hoy mismo, me voy a cobrar todas y estoy seguro que lo voy a disfrutar.

—¿Por qué no le dijiste?

—¿Qué cosa? —respondí ante su pregunta mientras tomaba mis cosas para ir a sacar a ese idiota

—sobre Mario, él estaba con nosotros y tú le diste el arma cuando ....

—¡porque no soy idiota! Y espero que tu no vuelvas a decirle a tu padre que te quieres echar para atrás, ya viste que se lo dijo a mi padre y sus amenazas se pueden cumplir

—sabes perfectamente que nunca quise esto Johan......

—te dije que no vuelvas a repetirlo, si abres la boca nos asesinaran y nadie hará nada para detenerlo, ni tu padre ni el mío tienen intenciones de salirse de esto —Sebastián estaba asustado y es mejor que sienta eso a arriesgarse a morir por algo que no cambiará si intenta decir la verdad

—está bien, pero al menos deja que participe en la golpiza que le darán a Mario —no tenía ni que pedírmelo porque lo haríamos los dos.

Salimos de la empresa y llamé al abogado para decirle que iríamos a pagar la fianza, es mucho dinero, pero nos devolverá cada centavo y de eso me voy a encargar personalmente.

En cuanto llegamos pagamos todo y se realizaron todos los trámites para sacarlo de ahí, pude notar que Juancho estaba ahí y no pudo hacer nada para evitar que saliera en libertad, no me dijo nada y solo salió de ahí seguramente a llamar a Daniela para darle las pésimas noticias.

perdóname (caché g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora