perdóname (caché g!p)

Capítulo 74: malas noticias

Calle

Ver lo hermosa que está poché llama mi completa atención, acaba de llegar de la universidad y la noto cansada pero aun así está aquí contándome lo que hizo en su día ¿mi parte favorita? Cuando me roba picos de vez en cuando, aunque solo lo haya hecho dos veces en el tiempo que lleva aquí no me importa, me siento bien con solo tenerla cerca.

—eso dolió —quise apresurarme a tomar su mano, pero algo me detuvo

—no me dijiste que fue lo que te pasó en la mano —ella dejó el vaso de agua sobre la mesita y me vio a los ojos sonriendo, me encanta su sonrisa —no hagas eso

—¿Qué cosa?

—sonreírme así cuando quiero saber algo, sé que lo haces para idiotizarme y así olvidar todo lo que quiero decir

—está bien, pero no te enojes —llegó hasta mis labios y depositó un beso —golpeé a alguien —no sabía si creerlo, poché no es así, ella no lastimaría a nadie

—no bromees con eso bebé, tu no....

—dijo cosas que no debió y lo golpeé —yo estaba sorprendida

—duermo por un mes y cuando despierto eres otra ¿puedo saber a quién golpeaste? —ella negó jugando y en cuanto apoyó su mano en mi pierna se alejó de inmediato cambiando su expresión —vuelve a hacer eso

—Dani...

—¿Por qué no lo sentí? ¿Qué me está pasando? —me asusté y al ver que ella no me decía nada quité la sabana que me cubría e intenté pararme —poché....

—mi amor tranquilízate por....

—¡no siento nada! ¡¿Por qué no siento nada?! ¡no siento las piernas poché! —empecé a golpearme en un intento desesperado de sentir y no me detuvo ni los gritos de poché pidiéndole a mi mamá que llamara a algún doctor, ni que ella estuviera llorando tratando de parar lo que hacía. esto no me puede estar pasando.

—detente mi amor ¡por favor calle!

—¡no! ¡¿Por qué no siento nada?! ¡¿Qué me pasa?! —estaba llorando al igual que yo, pero no me decía nada, ella no me decía nada y su silencio me estaba matando. Intenté bajar mis piernas de la cama para ponerme de pie, pero ella se aferró a mí llorando, suplicando que no lo hiciera.

—¡pónganle un sedante! Poché tienes que salir —una enfermera puso algo en el suero mientras otros dos me volvían a acostar, necesitaba respuestas y las quería ya, pero se llevaban a la única persona que quería ver.

—estaré aquí cuando despiertes, te amo Dani —mis ojos se cerraban, aunque luchara para que eso no ocurriera y lo ultimó que vi es a mi esposa salir de la habitación con los ojos inundados en lágrimas, ¿Qué me estaba pasando?

Poché

Mi cabeza estaba era un completo lio, ella no sentía nada, su rostro al darse cuenta me partió el alma y no sabía que decir ante sus preguntas. Yo aún conservaba la esperanza de que sintiera algo, algo mínimo pero que lo hiciera y eso se va desvaneciendo con lo que acababa de presenciar.

—¿Qué sucedió?

—no sentía las piernas Mafe, Dani no sentía las piernas y se dio cuenta por mi culpa —ella lloraba al igual que todos, es lo único que nos quedaba, todos teníamos las esperanzas de que ella lograra sentir con el pasar de los días y eso se acabó.