Capítulo 13: culpas

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Poché

—vámonos Joaquín

—claro señora —subí al auto y solo esperé a llegar a mi destino, ayer fue un pésimo día y ver a Daniela en el estado en el que estaba me dolió mucho. Pero aun no sé si quiero hablar de ese tema con ella ¿Por qué tenía que aparecer justo ahora? ¿Por qué simplemente no desapareció como lo hizo hace años?

Trataba de pensar en cómo tenía que actuar de ahora en adelante con calle porque es muy claro que no seguiremos como hace días y eso me frustra mucho, yo me siento mucho más cómoda con su compañía y hasta siento que me gusta pasar tiempo con ella, jamás me aburro estando en su compañía y eso hace que mi mente se mantenga distraída para dejar de pensar en todos mis problemas.

—¿señora se encuentra bien? —regresé de mi transe y me percaté que ya estábamos en la universidad y el esperaba que saliera del auto.

—sí, solo pensaba —bajé del auto y empecé a caminar, Joaquín venía detrás de mi observando los alrededores así que preferí dejarlo tranquilo, al menos hoy no trataré de que actúe como una persona normal.

No pude concentrarme en ninguna clase y solo podía pensar en Mario, su mirada fue exactamente como la última vez que lo vi y dijo exactamente lo mismo, aunque esta vez no pudo completarlo por calle. el modo en el que sujetó mi mano fue tan natural y casi al instante me sentí segura, sabía que ella no iba a dejar que él se acerque a mí, pero tengo tanto miedo al no saber cómo reaccionar. Todo esto es muy confuso y no sé ni que pensar porque no quiero asumir y luego equivocarme

—¿vamos a tomar algo? —estaba saliendo de la universidad y paula no dejaba de insistir con lo mismo, creo que lleva diciéndolo desde el receso con alejo cuando le dije que no tenía ánimos

—no es el momento paula, tengo que....

—no trates de mentirme poché, quieres evitar hablar de lo que te tiene así, pero está bien, te prometo no preguntar nada y solo vamos a distraernos ¿hace cuánto no tenemos una salida de amigas? Estoy segura que Daniela no tendrá problemas y lo sabes —ya no sé qué inventarme así que es mejor aceptar y tal vez me sirva para distraerme

—está bien paula, pero no quiero hablar lo que sé que quieres saber ¿sí? —ella rodó los ojos y solo le tocó prometerlo

—ok, pero iremos solas, solo será un rato y estaremos cerca —siendo sincera yo también necesito sentirme normal al menos por un día así que acepté de inmediato y le pedí a Joaquín que me esperará en casa porque iré con paula.

Se negó rotundamente y solo me quedó aceptar que nos siga en el auto y se mantenga alejado porque nosotras necesitábamos nuestro espacio, al parecer calle lo amenazó con despedirlo si me sucedía algo y tampoco quiero que pierda su trabajo.

—así que el muy bastardo se atrevió a aparecer

—nos lo encontramos ayer cuando tomábamos unos cafés —sé que dije no decirle nada, pero es mi amiga y terminé contándole lo que me tenía así. Vi alrededor y no encontraba a Joaquín así que supongo está tomando su distancia y eso me agradaba, estoy abrumada con todo este asunto

—¿sentiste algo cuando lo viste? —yo la vi de inmediato sabiendo a lo que quería llegar con esa pregunta

—¿a qué te refieres paula? —ella suspiró pesadamente y tomó mi mano sobre la mesa, esto es una mala señal.

—poché tú estabas muy enamorada de él, eran novios desde los doce y es entendible que sientas algo después de tanto

—tú lo dijiste paula, estaba enamorada de él y ese amor murió el día que me dio la espalda de la peor manera. Tu más que nadie sabe que para mí solo existía él y lo amaba tanto que todo lo que dijo me destruyó por completo —mis ojos ya me ardían y mis lágrimas amenazaban con salir

perdóname (caché g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora