perdóname (caché g!p)

Capítulo 62: mal de la cabeza

Johan

Seguir siendo el mismo idiota no fue muy difícil, lo llevo haciendo desde hace algunos años y hasta siento que en realidad soy así. Pero hay momentos en los que me cuesta mucho y es cuando tengo que hacer algo en contra de Dani, con ella jamás sería un imbécil porque quiero. ya no más y mucho menos teniendo en frente a poché, a la esposa de mi mejor amiga, la chica a quien tanto daño le hice. Ahora las tengo en frente, a ambas y no sé qué hacer porque desgraciadamente mi papá está conmigo.

Se supone que poché no viene a este lugar y si es solo fastidiar a calle lo puedo tolerar porque ella sabe por qué lo hago ¿Por qué vino justo hoy? ¿Por qué justamente cuando mi papá esta aquí?

—buenas tardes

—no creo que sean buenas con ustedes aquí —bueno aquí vamos, en verdad perdóname Dani y sé que entiendes que tengo que hacerlo ¿Por qué tenías que abrir la boca papá? nunca dejará de ser un idiota.

—hola poché —ahí esta esa mirada que temía, Daniela es capaz de romperme la cara frente a todos sin importarle nada y mucho menos una simple empresa si se trata de alguien que ama con el alma como lo hace con poché —que pasó ¿te comieron la lengua los ratones?

—te dije que no le dirijas la palabra, Johan

—solo saludo y....

—no, no me comió la lengua ningún ratón, solo no me gusta dirigirle la palabra a unos idiotas como ustedes —la cara de mi papá era un poema y estoy seguro que tenía muchas ganas de golpearla por hablarle de esa manera, pero lo que dijo poché era verdad y veo que ya no es esa niña temerosa del mundo y de mí o mi cercanía, German tenía razón al decir que estar con calle le haría bien. Ambas han crecido mucho y eso me tiene muy feliz.

—no deberías decir cosas de las que te puedes arrepentir después

—¿o qué? —dijo calle ante las amenazas de mi papá —¿me mandara a matar con alguno de los otros idiotas que trabajan para usted? Yo no le tengo miedo...

—Daniela —tenía que callarla —es mejor que te calles, sabes lo que te puede pasar

—ustedes...

—Dani, vámonos por favor —poché no dejaba de mirarme y creo que entiende por qué dije aquello, no es bueno provocar a mi papá si siente que el mundo le pertenece —mi amor, ya no quiero estar aquí

Calle no dijo nada más, solo siguió caminando tomando de la mano a su esposa. siempre tan sobreprotectora y me siento orgulloso de ella por como es, German también lo estaría.

—te quiero en mi oficina en dos horas, no soporto estar aquí —solo asentí y lo vi alejarse hacia el elevador, esperé a que las puertas se cerraran para ir a mi oficina y llamar a Matu. creo saber cómo terminar esto, pero necesito su ayuda y mucha suerte.

No demoré mucho explicándole porque ella ya lo estaba haciendo, en realidad no sé ni cómo lo supo porque se me acaba de ocurrir, pero la necesito aquí muy pronto y poner en marcha el plan, nadie tiene que saber nada y eso incluye a Daniela, sé que le dije que le diría, pero ahora no es conveniente, aun no.

Iba de salida cuando vi a poché caminar hacia el baño así que la seguí, necesitaba hablar con ella, necesitaba explicarle muchas cosas y entre ellas mi comportamiento, ella tiene que entender mis razones por egoístas que parezcan.

—¿Qué haces aquí? —estaba asustada pero no como las otras veces, era distinto —tu papá...

—se fue hace rato, solo estoy yo —se relajó bastante y eso me sorprendió —¿ya no me tienes miedo? Normalmente tu no dejas ni que te dirija la palabra