perdóname (caché g!p)

Capítulo 36: culpables

Poché

Desperté muy temprano por el vacío en la cama y efectivamente calle no estaba, en un principio pensé que estaba en el baño, pero la luz estaba apagada, revisé mi teléfono y eran las 5 de la mañana ¿A dónde fue a esta hora? Esperé unos minutos más pensando que tal vez bajó a la sala o la cocina, pero al ver que no llegaba quise marcarle ya que su teléfono tampoco estaba en la mesa de noche.

Iba a presionar la pantalla para hacer la llamada cuando la puerta del cuarto se abrió dejándome ver a calle con la ropa sucia y ensangrentada. inmediatamente me puse de pie para ver si ella estaba bien.

­—¿Qué haces despierta? —estaba asustada y trataba de ocultar las manchas de sangre sobre su playera

—¿estás bien? ¿estás herida? —mis manos la tocaban para asegurarme de que en realidad estaba bien y creo que notó mi preocupación

—no es mi sangre

—Dani ¿Qué hiciste? —me dio miedo escuchar su respuesta así que se quitó la playera de inmediato para luego acercarse a mí y tomar mis manos.

—la sangre es de Sebastián y no te asuste ¿sí? Solo lo golpee, aunque él quiso que le disparara —revisé su torso y luego su rostro para cerciorarme de que él no le haya puesto un dedo encima —no me tocó y te juro que no le hice nada más, solo lo golpee

—¿Qué hacías con él y a esta hora?

—me llamó para citarme en un lugar algo alejado y dijo cosas que aún siguen dando vuelta en mi cabeza, poché él dijo que lo que le pasó a mi mamá no fue un accidente y en verdad no sé si creerle o pensar que todo esto solo fue un plan para atormentarme —ella se sentó en la cama y se cubrió el rostro tratando de tranquilizarse

—no debiste ir sola Dani, sabes que pudo ser una trampa y si algo te pasaba...

—fui con Joaquín, estoy bien mi amor y ahora solo quiero dormir un poco para ir al trabajo dentro de unas horas —tomé su mano y la puse de pie para poder entrar a la cama, le hice una señal para que se recostara pero se detuvo para quitarse el pantalón y solo quedar en ropa interior, me puse nerviosa y ella me dio la espalda para no incomodarme así que la abracé por la espalda dándole un beso en el hombro y susúrrale que la amaba, solo me bastó escuchar su suspiro para entender que ella también me amaba así que solo cerré los ojos con la intención de no soltarla hasta que ella despertara.

Al abrí los ojos lentamente seguía aferrada a ella mientras esta a su vez sujetaba a su amada almohada con mucha fuerza, su rostro estaba tan inerte que asumí estaba profundamente dormida así que llamé a su secretaria para pedirle que se encargue de lo que Dani tenga que hacer hoy, al menos las primeras horas y así dejar que descanse un poco más.

Me di una ducha rápida porque me haría tarde para la universidad y en cuanto buscaba algo en el closet me topé con la ropa que Dani usó anoche, la camiseta estaba manchada de sangre al igual que el pantalón y tuve mucho miedo, ella puede ser muy impulsiva cuando hace algo, pero sé que no lastimaría a alguien y si hizo esto, es por algo que seguramente él dijo.

Me acerqué a ella aun envuelta en la toalla y vi sus manos, tenía los puños lastimados, pero ella no tenía ni un solo rasguño, inconscientemente mi mano acarició su rostro y unas ganas inmensas de besarla se apoderó de mi cuerpo así que lo hice. Me acerqué despacio sin perder de vista sus labios y uní mis labios con la de ella, solo iba a ser el contacto cuando sentí que ella entreabrió ligeramente los suyos para continuar nuestro beso.

—esto si son buenos días —dijo sonriendo para después sujetarme de la cintura haciendo que quede sobre ella

—perdón por despertarte —su mano recorrió mi cuerpo hasta llegar a mi rostro y acariciarlo despacio, como si fuese el cristal más delicado y tuviese miedo de romperme.