Capítulo 24: mentiras

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Valentina

Saber que mi hermana se está enamorando de calle me tiene muy contenta, Daniela me dijo que quiere a mi hermana y no descansará hasta lograr que ella deje de tener miedo y pueda amarla igual. Confío en que eso este pasando y me alegra saber que poché está dejando su miedo atrás para poder ser feliz, se lo merece y calle también.

—vale ¿vamos por una pizza?

—yo encantada pero no quiero ser el mal tercio entre mi hermana y tu —Daniela quería reír, pero se contuvo

—no digas bobadas y vamos que estás metida aquí siempre, además no hemos vuelto a salir desde el incidente con Johan —mi cuñadita tenía razón, pero de todos modos no quiero arruinar su cita, aunque ellas no lo consideran así

—ve con mi hermana y diviértanse que yo tengo mucho trabajo por hacer y poco tiempo para terminarlo —claramente no me creía nada, pero no perdía nada intentándolo

—sabemos que es mentira vale y....

—y nada calle, sal con mi hermana y has que se divierta que yo estoy bien —no parecía estar de acuerdo así que continué tratando de convencerla —prometo que la próxima saldremos las tres, pero hoy hazlo con mi hermana y has que se siga enamorando de ti

—¿siga? Vale eso aún no pasa, pero está bien, haré que se divierta. pero dime que quieres que te traiga y lo hago —creo que no puedo decirle que mi hermana ya está enamorada de ella porque no me compete y si no se lo dice aún debe ser por su miedo

—yo quiero hamburguesa con muchas papitas porfa —junté mis manos y ella me dio un empujón para dejar de ser tan dramática

—está bien ahora me voy y por favor si sucede algo no dudes en llamarme o a tu hermana ¿estamos? —era una exageración, pero se lo prometí para que al fin fuera con mi hermana y le diga que solo serán ellas dos. Conociendo a poché entrará en pánico y calle lo notará para después decirle que será en plan de amigas cuando ambas se mueren por decirle cita a lo que hacen.

Trataba de aprenderme algunos acordes en la guitarra cuando nana dijo que saldría de compras, me pidió acompañarla, pero me negué. Quería aprenderme las notas de la canción que trataba de cantarla así que le dije que la esperaría y ella solo se fue.

Estuve en mi habitación por varias horas cuando mi teléfono no dejaba de hacer ruido y no reconocía el número. me dio miedo responder así que simplemente lo dejé, pero unos minutos después se volvió a repetir, en visto de la insistencia preferí terminar con esto y responder llevándome una gran sorpresa

—¿hija eres tú? —su voz estaba quebrada y me asusté al oírlo así

—papá ¿estás bien?

—no tan bien vale, por eso te llamaba hija —estaba preocupada por su salud y mi voz temblorosa lo hacía notar —¿puedes ayudarme? Pero no le digas nada a tu hermana ni a Daniela

—pero papá....

—tienes que hacerlo. Por favor vale te necesito y cuando llegues te explicaré el por qué no puedes confiar en calle —no quería seguir escuchando y menos cuando se está refiriendo de esa manera a calle, ella es la única que nos está ayudando —seguramente ni siquiera te dijeron que estoy postrado en cama, ella no es lo que parece valentina y necesito que vengas, eres mi hija y te necesito

—papá... dime donde estas y salgo de inmediato —sé que le prometí a mi hermana decirle si papá llamaba, pero ¿será cierto que ellas sabían lo que le pasó a mi papá? y si es así ¿Por qué no me lo dijeron?

Tenía que saber así que apenas me dio la dirección tomé mis cosas y bajé las escaleras percatándome de que nadie me vea, pero antes de salir de casa dejé una nota en la mesa de la sala, no puedo confiarme del todo de mi papá y con calle es con la única con quien me he sentido segura.

perdóname (caché g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora