Calle
—¿Cómo vas? —levanté la vista viendo a Juancho sentarse frente a mí mientras esperaba alguna respuesta de mi parte —¿si hablarás?
—¿Qué quieres saber Juancho? Y si es sobre poché es mejor que ni preguntes porque yo tampoco lo sé —mi amigo se quedó callado así que supuse esa era su pregunta —en vista que no hay nada más seguiré trabajando y....
—¿no te dijo nada?
—¿crees que estaría aquí si me lo dijo? —el negó —correcto, ahora por favor deja que termine con estos documentos para ir a mi casa y seguir esperando alguna noticia —mi amigo se puso de pie y salió sin decir nada, llevo pensando en eso toda la mañana y simplemente poché no me dice nada, ni siquiera un mensaje y ya no doy de la angustia. No debí hacerle caso y en este momento estaría con ella, pero no, solo tuvo que darme un beso y sonreírme para aceptar lo que me pedía.
Revisaba el celular al terminar de leer cada una de las líneas de ese contrato y seguía sin noticias ¿Qué estoy haciendo? Vi el teléfono por última vez cuando tomé la decisión que debí tomar hace una hora, así que tomé mis cosas para ponerlo en mi maletín y salir de esa oficina. Estoy segura que Juancho y Matu se encargarán de todo mientras no esté así que le pedí a clara que les dijera que fui a ver a poché, ellos entenderán.
De camino a casa le marqué muchas veces, pero me mandaba al buzón, esto no me está gustando nada y el chofer que no acelera, ya quiero manejar yo, pero nadie se pone de mi lado cuando lo propongo.
—¿podrías acelerar? Necesito llegar hoy a mi casa
—la señora María José....
—no lo repitas porque lo sé, esto es urgente y es justamente por ella que necesito llegar cuanto antes —a poché se le metió a la cabeza que tenga un chofer porque disque yo no mido la velocidad, sumándole que según todos no estoy recuperada al cien por ciento no me quedó de otra que aceptar y ahora parece que voy en un auto a baterías.
Luego de insistir mucho, asumo que entendió que es urgente porque al fin sentí que iba a prisa, los minutos fueron eternos, pero en cuanto pude notar lo cerca que estaba de casa mi corazón no dejaba de latir desbocado, estaba nerviosa y ansiosa, tal vez muchas cosas más, pero en este momento creo que mucho más nerviosa.
—señora...
—tranquilo, yo puedo bajar sola, no soy.... —iba decir que invalida, pero si lo estaba así que es mejor callarme —yo lo hago, gracias.
En cuanto llegué a la puerta de la casa esta se abrió de inmediato dejándome ver a nana un poco agitada, esperé a que se calmara para oírla hablar y ella parecía no recuperar el liento.
—calle... poché está en su habitación
—¿les dijo algo? ¿Cómo la viste? —nana negó de inmediato
—solo llegó y se encerró ahí, tu madre y yo quisimos preguntar, pero no nos dejó —le agradecí todo lo que me dijo y subí a ver a poché, la puerta estaba cerrada y en cuanto intenté abrirla esta estaba con seguro así que toqué unas cuantas veces para que abriera.
—nana no quiero....
—soy calle, abre la puerta por favor —el silencio se apoderó del lugar haciendo de ese momento una eternidad, pero la puerta se abrió unos segundos más tarde —¿Por qué te encerraste? Estuve esperando tu mensaje toda la mañana y nada ¿tienes noticias?, el doctor....
—tengo miedo de abrirla —me mostró un sobre blanco y pensé que me desmayaría —estaba por llamarte
—tienes los resultados —ella asintió mientras jugaba con sus manos así que me acerqué y las tomé entre las mías para que se tranquilizara, aunque yo no tenga una pizca de esa tranquilidad que quisiera transmitirle —estuvimos esperando este momento
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perdóname (caché g!p)
FanfictionDaniela calle una mujer decidida qué carga con la culpa de no haber podido ayudar a aquella joven en ese desafortunado hecho, obligada a callar convirtiéndola en una persona Aparentemente fría pero descubrirá a una totalmente diferente en cuanto men...