C A P I T U L O 7

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-¿Irás con el chico de lentes?- me pregunta mi hermana mientras me ve poniéndome la chaqueta.

Últimamente he salido a más lugares con citas de un día, pero hay tres chicos en específico con los que salgo casi siempre.

-No, hoy voy con Kakucho, iremos a una exposición de motocicletas.

No me gustan esas cosas, pero al parecer a todos los de por aquí tienen una afición a las motos.

-Mikey vino ayer ¿sabías?.

No me interesa, el último mes ha estado viniendo a verme, nunca lo recibo y varias veces lo he visto siguiendome después del trabajo.

Y esta es mi primera semana de vacaciones antes de entrar a la universidad, quiero disfrutar mis semanas de libertad cuanto pueda antes de encadenarme a la rutina del estudio.

-No me importa.

-Esta muy arrepentido Nao... deberías escucharlo.

Ya le lavó el cerebro a Nyoko, si hubiera visto lo que yo no opinaría lo mismo.

-¿Escucharlo para qué?- pero Nyo solo parecía molesta conmigo -¿Para qué me diga cómo se cogia a otras y después venía conmigo?

-Tú tampoco eres inocente Naoko... ¿Ya olvidaste al chico del supermercado?

Cómo olvidarlo, siempre que voy con su hermano lo veo ahí, sentado en el sillón juzgandome con la mirada.

-Por su puesto que no, desde que salí con Mikey me acosté con Koko y él me dejó, solo estuve una puta vez con Ran y desde ahí salí con Mikey, no teníamos una relación formal pero aún así me quedé con él y el idiota se cogía a cuanta chica se le atravesaba.

Le dije a gritos, es increíble que lo quiera defender sobre mi, su única hermana.

-No puedes echar por la borda tu relación por cualquier inconveniente.

¿Cualquier inconveniente?

¿Ponerme el puto cuerno es un inconveniente?

-¡Que tú soportes que Yashio te engañe no significa que yo también lo haré!

Todo el puto barrio sabe cómo esa basura trata a Nyoko, sin tan solo ella se diera cuenta no tendría que verle la cara casi a diario.

La mano de Nyoko se estampó con fuerza en mi rostro, la cara me ardía y tenía tantas ganas de regresarlé la cachetada.

Pero a Nyo le duelen más la palabras que las acciones, si a ella no le importa cómo me siento cada vez que pienso en Mikey, a mi tampoco me va a importar herirla.

-Sabes Nyoko te falta algo de amor propio- le digo con rabia, esperando el momento en que ella explote.

-Eres una perra Naoko.

Y sin querer ambas estábamos golpeándonos en el suelo, no me importa que sea mi hermana, si ella comienza a golpearme yo le responderé de la misma manera.

Eramos más que una pelea de faldas, crecimos en un vecindario peligroso y las dos sabemos pelear, las rasguños y jalones de cabello no van con nosotras.

Suki entra corriendo y nos avienta el cucharón que tenía en la manos, dándome en el brazo.

-¡Ustedes dos, ya basta!

Le doy un último puñetazo y dejo a Nyoko en el suelo, Suki esta furiosa, pocas veces hemos peleado así, la mayor parte del tiempo somos muy unidas.

-Dile a tu nieta que deje de meterse en mi vida.

Salgo de la casa, seguiré con mis planes y no me importa nada.

-¡Naoko, regresa aquí!

Ignoro a mi abuela y en un lugar de usar el elevador voy por las escaleras, no quiero ver a Nyoko y tampoco escuchar el regaño de Suki.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora