C A P I T U L O 4 6

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No podía dejar de dar vueltas en mi cama y creí que durmiendo en las suyas lograría conciliar el sueño, pero no funcionaba.

Estaba preocupada por el embarazo, porque me fueran a dejar, por culpar a mi bebé de que mis esposos me botaran e incluso no saber si estaban bien.

Salí del cuarto de Mikey resignada a no dormir y bajé al primer piso, salí al patio y me recosté en las sillas al lado de la piscina.

¿Si abortara ellos regresarían conmigo?

Miles de posibles escenarios se armaban en mi cabeza y todos tan aterradores cómo el anterior.

El sonido de motores entrando a la casa me alarmaron, no quería que me vieran sufrir por ellos y corrí de regreso a mi cuarto privado encerrandome y fingiendo que estaba dormida.

Había murmullos y palabrotas que se decían mutuamente. La puerta se abrió y yo me escondí debajo de la colcha.

-Mi vida despierta- Mikey me agitó un poco el hombro -Tenemos una conversación pendiente.

-No- fue lo único único dije y después me hice bolita en la cama.

-No te estoy preguntando- me alzó cómo si fuera una muñeca de trapo y me sacó de la habitación a pesar de que yo pataleaba y gritaba que me bajara.

Fuimos a la sala principal y me dejó caer sobre el regazo de Sanzu y él me aprisionó entre sus brazos para que dejara de hacer "mi berrinche"

-¿Qué mierda quieren?- dejé que las lagrimas corrieran por mi rostro, estuve con ganas de gritarles todo el día y ya que los tengo de frente no me pienso contener.

-Hablar Naoko, eso es todo- Kakucho estaba sereno y viéndome con lastima.

-¿Hablar de qué? De cómo me van a dejar ó a decirme que soy la amante y siempre seré la casa chica- no sé si podré soportar dejarlos otra vez, ellos son todo para mi y haría cualquier cosa para seguir juntos.

-Las hormonas ya le quemaron el cerebro- el comentario de Rindou hizo que me pusiera a llorar encerio, Haruchiyo me abrazó más fuerte y me decía que no le hiciera caso.

-Jódete Rindou, reina ya no llores- ni si quiera sé porque lo hago, puede pasar una mosca y mi cara se va a mojar de lágrimas.

-Ustedes se van a ir y yo me voy a quedar sola, criando a un niño sin padre.

-Bebé nadie los va a dejar ¿por qué piensas eso?- Koko intentaba tocarme la cara pero yo me escondía en el pecho de Haru.

-Porque me dejaron irme sola, no me enviaron ni un maldito mensaje y me llamaron loca- eso no lo hicieron pero seguro lo pensaron.

-Les dije que alguien debía venirse con ella- Ran se agachó y me agarró la mandíbula para besarme, estaba tan enojada que lo mordí pero a él no pareció importarle -¿Dónde está la futura mami más sexi?

-¿Entonces no me van a dejar?- pregunté un tanto confundida de su cambio de reacción de no decirme nada a mostrarse algo más atentos.

-La verdad es que nos agarraste en curva zorrita, pero el que estes...- Hanma puso sus manos sobre su estómago cómo imitando un vientre de embarazo -preñanda no es tu culpa.

-La razón por la que no vinimos contigo es porque sigues siendo objetivo fácil y estando embarazada los eres el doble, solo adelantamos un poco las cosas para que tu embarazo fuera lo más tranquilo y no tuvieras que preocuparte por nada.

Mikey rara vez me dice algo acerca de los asuntos de Bonten, pero sé que desde que se casaron conmigo están en constante lucha con otra mafia que los quiere joder. Y supongo que el bebé y yo seremos sus principales objetivos.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora