CAPITULO 59

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El decirles que estaba embarazada por segunda vez no fue tan fácil, nunca habíamos planeado tener hijos y jamás hablamos sobre eso.

Aceptaron a Yoshiro muy fácil porque fue algo muy inesperado y nadie sabía de la paternidad de mi bebé, pero con este embarazo la cosa se complica mucho porque Ran y yo la hicimos con toda la intención del mundo. Solamente me queda a esperar a que quieran a la bebé tanto como lo haremos nosotros.

El embarazo avanzaba con normalidad, sin síntomas que fueran señal de que algo iba mal con la pequeña Haitani.

Mandamos a construir otro cuarto para ella y uno para Yoshiro, así mis dos hijos estarían uno junto al otro.

Ran era todo un encanto, llevandome de compras, documentadose sobre los recién nacidos y cuidados especiales postparto para ambas.

El armario de la bebé estaba lleno de ropa femenina y la decoración de su cuarto no era la excepción.

Además todos querían que tuviera a Ren por cesárea para que no sufriera los dolores de parto, pero yo quiero tenerla de forma natural porque quiero saber que tanto dolor puedo aguantar.

Después de hacerme la ecogarfía para comprobar el sexo de Ren por primera vez, Kakucho me llevó a una tienda de pintura para comprar el nuevo color de la habitación porque el violeta ya no nos iba a servir de mucho.

Mi esposo sirvió un poco del nuevo color verde en una charola y le dio un pequeño rodillo a Yoshiro para que "pintara" la pared que quedaba a su altura y él se dedicó a pintar el resto del cuarto.

Yo los observaba mientra bebía mi soda en el sillón que también me sirvió cuando tuve a mi primer hijo. Yoshiro daba pequeños pasos y movía todo su cuerpecito para poder pintar, no tiene mucho que aprendió a caminar pero ya lo maneja muy bien.

-¿Qué hacen?- Ran entró al cuarto, agachandose para besarme y darle un beso a mi vientre, provocando que con solo olerlo me subiera la bilis hasta la garganta.

-Cuidando que Yoshi y su papi pinten bien- volteé del lado contrario a donde estaba Ran para no tener que oler la colonia que yo le regalé y que ahora solo hace que quiera meter la cara en el escusado cada vez que se la huelo.

-¿Por qué? ¿Ya no te gustó el violeta?

Ran no había podido acompañarme al hospital por cosas del trabajo y tampoco quise decirle la noticia por teléfono.

-Si, pero resulta que tu hija tiene un cromosoma X y otro Y.

-¿Significa que va a ser daltonica?- ojalá solo fuero eso.

-No, resulta que Ren va a ser un él y no un ella.

-¿Es niño?- aveces se me olvida que tengo que decirle las cosas directo porque de lo contrario no capta las cosas.

-Si, al parecer que nosotros hayamos pensado que era niña no sirvió para que lo fuera.

-Bueno, almenos Yoshiro tendrá su compañero de peleas.

No puedo imaginarme a mis dos hijos por ahí aterrorizando distritos completos por querer imitar las aventuras que sus papás les contaban sobre su adolescencia.

-Más les vale que no, detestaría tener que ir a visitarlos a la correccional.

-Considerando quienes son sus padres dudo mucho que algún día pongan un pie ahí.

Yo los conocí siendo un montón de pandilleros y aveces se me olvida que son las personas con mayor influencia dentro del país, si mi esposo está en lo cierto ni por error mis bebés tendrán que declarar frente a un juez.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora