C A P I T U L O 1 8

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Mieky y yo habíamos pagado una noche en un motel, no queríamos hacerlo en nuestras casas por si las cosas se volvían raras.

También nos habíamos hecho unas pruebas de ETS, los tres estábamos limpios, no quería pegarle nada a mis novios si la chica tuviera algo.

Yo me quedé en el motel esperándolos, el lugar era espaciosos y con una cama King size, no me gustaba la decoración todo estaba en seda y colores rojos, cómo tratando de hacer un ambiente erotico y causaba todo lo contrario.

Me acosté en la cama y bebí una de las pequeñas botellas del mini bar.

Mikey y ella llegaron casi treinta minutos después de que mi novio me trajo.

-Hola Reiko- la salude amablemente.

-¿Cómo quieren empezar?

-¿Cómo quieres empezar tú?- le dijo Mikey siendo muy amable.

-No lo sé... nunca he hecho nada así.

-Tranquila Reiko nosotros tampoco.

Tú no pero yo si.

-¿Quieres?- le extendí la botellita y ella la agarró para beberla de un solo trago.

-Estoy lista.

Mikey y yo nos volteamos a ver, conteniendo una risa, me paré de la cama y me puse frente a ella.

Agarré su rostro con delicadeza y la besé lentamente, ella abrió sus labios y yo aproveché para meter mi lengua en su boca, ella intentaba seguirme el ritmo pero se sentía algo torpe.

Mikey se acercó a nosotras y me besó el cuello, yo me separé de Reiko y uní mis labios con los de él.

-Desnudala Naoko- me susurró sólo para que yo lo escuchara, yo asentí y tomé la mano de Reiko para llevarla al sofá.

-¿Puedo?- dije señalando a su vestido.

-Si- estaba muy timida, parecía un gatito asustado.

Agarré la parte más baja del vestido y lo levanté para sacarlo por su cabeza.

Su sosten y las diminutas bragas solo combinaban en el color porque el estilo y el tipo de tela era muy distinto.

Ella se llevó las manos a sus senos aún cubiertos por la tela de encaje.

-Yo... soy virgen, acepté porque todos en la universidad presumen su vida sexual y yo no puedo unirme a la conversación.

Parecía muy apenada, ya no me parecía justo seguir, la podíamos asustar si seguíamos con el trío, nosotros no somos precisamente normales durante el sexo.

Miré a Mikey y me regresó la mirada, él ya tenía un bulto en sus pantalones y yo estaba muy mojada, podíamos llevarla a su casa y seguir solo nosotros dos.

-Oye Reiko, no debes de hacer esto solo porque quieres encajar, si son tus amigos no les va a importar que seas virgen- le dije tratando de consolarla.

-deberías buscarte otros amigos- agregó Mikey

-Cuando me coqueteaste me sentí bien, algo así cómo deseada.

-Mi Nao suele tener ese efecto- me alagó Mikey, él me abrazó por la espalda y recargó su mentón en mi hombro y disimuladamente restregaba su entrepierna en mi trasero.

Es un idiota hormonal.

-Y cuando la chica de los tres novios...- cómo empiezo a odiar ese apodo -me dijo que si quería hacer un trío me pareció buena idea para perder la virginidad.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora