C A P I T U L O 4 1

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Cuando me aseguré que Rindou se hubo ido regrese a hacer mi plan, subí al segundo piso directo a su habitación pero fui interceptada por Nyoko.

-Nao por lo general me importa poco lo que hagas con tu vida sexual, pero no involucres a Rei en tus cosas, ella no se merece que juegues con sus sentimientos.

Otra vez la misma estúpida situación, no sé cuantas veces tengo que repetir lo mismo pero Reiko no siente nada por mi, solo soy su amiga con la que ocasionalmente intima en eso se basa nuestra relación.

-Tienes razón Nyo no te importa- la empujé del hombro y fui directo al final del pasillo, dónde esta su cuarto. Abrí muy poquito la puerta, lo suficiente para lograr verla sentada en su cama viendo televisión.

-Hola Rei ¿estas ocupada?

-No, pasa- ella apagó el aparato y se acomodó en los cojines.

Entré al cuarto y me senté en el filo de la cama, manteniendo una distancia prudente de ella.

-Oye ¿no quisieras acompañarnos esta noche a Kaku y a mi?- Moví su rubia cabellera detrás de su hombro y sutilmente le dejé un beso en la comisura de sus labios.

-¿no se molestara?- su cuerpo ya estaba reaccionando a mis coqueteos y sus manos subieron a mi mejilla para acercarse a mi y besarme.

Detuve el beso para poder contestarle a su pregunta.

-Para nada- yo solo di la idea y él aceptó sin pensarlo.

Su mano se aferró aún más a mi nuca y se negaba a que me separara de ella, hasta que Kaku nos interrumpió entrando a la habitación.

-Naoko tenemos que irnos- parecía agitado y llevaba su teléfono en la mano, había algo en su expresión que no me gustaba, por lo general es muy calmado y parece que siempre lleva el control de la situación.

Solo así Rei me soltó y su cara estaba roja de la vergüenza, evitaba a toda costa el contacto visual con Kaku.

-¿Por qué?

-No preguntes linda, dile a tu hermana y amiga que vengan con nosotros- Rei y yo nos separamos y fui al cuarto de al lado por Nyoko, no nos dio tiempo de empacar nada más que llevar nuestros teléfonos con nosotros, afuera de la casa ya nos esperaba una camioneta blindada.

-Ellos las llevaran a un lugar Nao- no me gusta para nada tanto misterio, necesito que sea honesto y me diga que sucede -Te amo, nos vemos en un rato.

-También te amo...- me puse de puntillas para darle un beso y embarrándole lo último de mi lápiz labial -cuídate amor.

Me sonrió de una manera para nada tranquilizadora, subí a la camioneta y vi cómo mi novio se hacía pequeño cuando el auto se alejaba de mi casa.

-¿Naoko qué pasa? ¿A qué se dedica Kakucho?- Mierda, había olvidado por completo que la profesión de mis novios es un misterio para mi familia.

-Escuchenme- les hable de forma pausada y esperando que no pierdan la cabeza -Prométanme que lo que les voy a decir no se lo dirán a nadie.

Ambas asintieron y tomé aire para poder contarles el caos que es mi vida en general y lo enamorada que estoy de los criminales más peligrosos y buscados de todo Japón.

-Mis novios... pues ellos, puede que sean Bonten.

-¿Ellos trabajan para Bonten?- creo que Rei me entendio mal.

-No Rei, mis novios son Bonten- las dos se quedaron con caras de poker, muchas veces Mikey insistió en que le dijéramos a mi hermana todo, pero yo siempre me negaba porque conociéndola haría hasta lo imposible para que me separara de ellos, cosa que no quiero vivir otra vez porque me siento incapaz de dejar a los amores de mi vida.

-¿Y te quejabas de Yashio?- es una comparación de muy mal gusto entre su horrible ex-novio muerto y mis guapos novios atentos.

-Ellos jamás me matarían- oportunidades de esas han tenido de sobra- Matarían por mi, pero nunca me han hecho nada y considera la conflictiva realción que tenemos.

-¡Pero son criminales Naoko!- eso esta demás por parte de Reiko, claro que sé que son criminales pero eso no hace que los quiera menos.

-Y mi que, de todas formas me quedaré a su lado tanto cómo pueda- el camino hacia donde sea que nos llevaban era una campal entre ellas y yo porque no aceptaban la profesión que habían escogido.

Llegamos a una especie de mansión y las personas a cargo de cuidarnos nos abrieron la puerta, vi a Hajime y corrí a él para abrazarlo.

-Bebé ¿estas bien?- su preocupación excesiva por mi es inquietante, algo saben y me lo van a decir.

-Si- iba a besarlo pero me agarró ambas mejillas con una mano y me vio los labios.

-¿por qué la loca tiene la boca del mismo color que tú?- por eso me gusta, por inteligente y observador, aunque no quiero que descubra mi otro secretito.

-Tenemos el mismo lápiz labial- él negó con la cabeza y rodó los ojos.

-Vamos adentro- me tomó de la mano y esperó a que Nyoko y Rei entraran primero y nosotros detrás de ellas.

A unos metros de la entrada principal estaba Rindou en compañía de su hermano y lo primero que hicieron ambos fue estamparme un beso cada uno.

-¿Qué está pasando?- me crucé de brazos y le pregunté a esos tres.

-Alguien se enteró que salimos contigo y le pusieron precio a tu cabeza- un poco más de tacto a Ran no le caería mal.

-¿Almenos vale mucho?- no es cómo si me interesara pero tengo curiosidad de cuanto creen las demás mafias que valgo para ellos.

-Todo Bonten- Mikey había llegado en compañía de Sanzu, Kaku y Hanma -Y lo daría si supiera que estas en peligro.

Sentí que me quitaron un gran peso de encima cuando vi que venían en una pieza.

-Mi vida necesito que te quedes aquí tengo que arreglar algo ¿podrías esperar?- esta nueva versión del Mikey adulto es aún más sexi y si me pidiera cualquier cosa con ese tono sin duda le haría caso.

-No tarden- todos mis novios nos dejaron solas con un equipo de seguridad que se encargaría de mantenernos vivas, ellas seguían sin dirigirme la palabra y soltando comentarios inapropiados del trabajo de ellos.

En algún punto me harté de escucharlas y mejor me fui a una habitación sola, específicamente de la Hajime, esta noche me apetecía dormir con él.

Estaba a punto de quedarme dormida cuando la puerta se abrió y lo primero que vi fueron sus mechas purpuras.

Me observó un momento para después ponerme entre el colchón y él, besándome y bajando su mano a la parte baja de mi vestido, metiendo su mano y presionando la tela de mis bragas.

No es que no me guste Wakasa pero preferiría que fuera Kokonoi.

-¿Qué haces idiota?- lo empujé del pecho pero no pude moverlo ni un poquito.

-¿No puedo tener a mi mocosa?- con su mano en mi nuca y sus labios besando mi cuello me hacía sentir tan bien, sabiendo que podíamos ser descubiertos por mis novios del otro lado de la puerta.

-Wakasa si nos descubren estas muerto- probablemente a mi no me hagan nada, pero a él no estoy completamente segura -Esto no esta bien.

Aveces me odio, digo que los amo más que a nada y al primer tipo bonito que me topo cómo Imaushi no dudo en ponerme de rodillas, ellos no se merecen eso.

-Eso no dices en mi casa, siempre que me aburro escucho tu voz pidiéndome por más.

-Ima detente no quiero- no podemos hacerlo en la cama de Hajime. Sus besos y toques cesaron, separándose de mi - No puedo engañarlos.

-¿Por qué? Tus noviecitos seguramente lo harán cuando estés vieja- genial acaba de despertar una nueva inseguridad, en unos años dejaré de verme así y se irán con la primera chica joven y radiante que nada más los van a querer por los ceros que tengan en su cuenta bancaría.

-Jódete Wakasa- aunque me duela él tiene razón, lo mejor es que me de prisa y vuelva a casarme con Sanzu, así cuando envejezca no estaré completamente sola.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora