C A P I T U L O 2 8

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Sigo creyendo que es una pesima idea alearnos con los Haitani, confío poco en ellos después de lo sucedido con lo de Tenjiku, pero sino los tenemos de nuestro lado serán un verdadero dolor en el culo tenerlos pisandonos los talones.

Sin contar a Kakucho, mi Nao sigue enamorada de él y no estoy dispuesto a compartirla con nadie más.

La maravillosa idea de Mikey para limpiar asperezas fue llebarnos a todos a un baño Sentō, a excepción de los viejos de Black Dragons que no aceptaron, yo tampoco quisiera juntarme con un montón de mocosos a verles la verga.

Nadie hablaba con nadie, cada quien parecía estar en su propio mundo, pero Ran no disimulaba para nada la mirada de matón que le daba a Sanzu.

El maldito incienso me estaba dando alergia y no paraba de destornudar, así que llamé a mi novia para que me trajera la loratadina, pero de todas formas apagué esas pestilentes varitas de aromas.

-¿Qué mierda me ves imbécil?- le doy puntos a Sanzu se tardó mucho en reaccionar a la mirada provocativa de Ran.

-¿Cómo es que un tipo cómo tú está casado con una mujer cómo ella?

-Ran cálmate, no vinimos a pelear- Kakucho estaba tratando de calmar las aguas que comenzaban a agitarse.

-No te importa, lo único que debes tener en mente es que no te debes acercar a mi mujer.

-¿No debería ser ella quien nos diga? Solo voy a aceptar un no de la señorita Sanzu.

Este cabron sabe más de ella de lo que nos quiere decir.

¡Achu!

Malditos destornudos ¿por qué se tarda tanto mi novia?

-Se los diré una vez y no pienso volver a repetirlo- Mikey comenzó a verse aterrador, cuando se trata de Nao él no conoce limites -Ella es mujer prohibida y hasta que nos lo diga no se atrevan a verla de esa forma ¿esta claro?

-Si- los ex-miembros de Tenjiku dijeron al mismo tiempo.

-De todas formas no podrá complacerla un pito chico cómo tú- nunca puede faltar el comentario inoportuno del antipático esposo de mi novia.

-¿Quién dice que soy un pito chico?

-Intuición- levantó el dedo meñique para darle a entender de que tamaño lo tenía.

-Tu esposa babearía por mi.

Eso es cierto, Nao tiene un patrón en hombres y todos son pandilleros con problemas de la ira, cabello largo y con facciones femeninas.

-Me tiene a mi ¿Qué haría con un tipo cómo tú? Buscarle el pene con una lupa.

-Párate imbecil y comparemos tamaños- saltó Ran ya muy enojado.

-Vas a perder la poca dignidad que tienes.

Ambos salieron de la tina y se pararon uno al lado del otro, así de flácidos dan lastima.

-Piensa en Nao a cuatro patas- le gritó Hanma.

¿Por qué mierda se le para a Ran?

-¿Y bien, quien la tiene más grande?

La puerta del baño se abrió dejando ver a mi sexi novia castaña y a su irritante amiga rubia.

Por instinto le arrojé la toalla en la cara cómo si ella no hubiera visto un pene en toda su vida.

Genial, también se cogio a los Haitani ¿Cómo le hace para acostarse con quien quiera?

No hay mejor sensación que estar en cama entre mi marido y mi novio Hanma, siendo los más territoriales y que espantan a cualquier que se me acerca

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No hay mejor sensación que estar en cama entre mi marido y mi novio Hanma, siendo los más territoriales y que espantan a cualquier que se me acerca.

-Carajo Naoko, solo mira lo duro que me tienes- Shuji susurraba a mi oído y restregaba su grande erección en mi espalda para que pudiera sentirlo.

-Puedo ayudar con eso Hanma.

Dejé los labios de Sanzu para encargarme del pene de mi novio, pero mi marido me detuvo poniéndose sobre mi abdomen a horcajadas y viendo su erección debajo de su bóxer.

-No, hoy vas a disfrutar- Sanzu se quitó y se puso a mis pies al igual que hanma, quitándome las bragas y lanzándolas a un lado del sesto que teníamos para la ropa sucia.

-Abre las piernas reina- las cerré aún más cuando me lo pidió, nuestro cajón de juguetes está casi nuevo porque no he querido usarlos todo el tiempo.

-¿Qué van a hacer?

-Tú disfruta- me dejé llevar por las caricias de Hanma, en lo que Sanzu me quitaba el sosten y marcaba su perfecta dentadura alrededor de mi pezón derecho. -¿Por qué eres tan perfecta?

-Jodidamente sensual, mi pequeña zorrita.

Mi esposo me abrió las piernas por completo y acercó su cara a mi femenidad, succionando mi clitoris con sus delgados labios.

-¿No me vas a ayudar?

Sanzu se dirigió a Hanma y ambos me metieron la lengua, asegurándose de que cada parte de mi vagina estuviera bien atendida.

¡Ay carajo, carajo, carajo!

Me han dado mucho sexo oral pero nunca dos personas al mismo tiempo.

No me importó que los vecinos me escucharan gemir, soy una mujer adulta que esta teniendo sexo con su esposo y el novio.

Puse mis manos en su cabeza para que no se movieran de su lugar y me hicieran terminar.

Una lengua se paseaba de arriba a abajo en lo que la otra me penetraba, alguien me dejó de lamer y se dedicó a hacer chupenotes alrededor de toda mi vagina.

-Ah~- dejé sus cabezas para atender mis pechos y poder sentir placer en todo el cuerpo.

Quiero repetir esto la próxima vez, me siento en las nubes.

-Ponte en cuatro Satō.

Obedecí la orden de Sanzu, poniendo mi cara cerca de la orilla de la cama y con mi trasero al aire.

En lo que Hanma se ponía uno de los condones, Sanzu se paró frente a mi dándome pequeños golpes en la mejilla con su glande.

-Hoy vas a comer en grande, así que abre bien.

Me las pagará después de esto.

Abrí mi boca y Sanzu acercó su pene a mi boca, la abrí para que mis labios lo recibieran y entró hasta el fondo, acomodé un poco mi cabeza para que su largo no me provocarán arcadas.

Por su parte Hanma entró en mi vagina desde la parte de atrás, me dio una fuerte nalgada que resonó por toda la habitación y después se movió de atrás hacia delante para penetrarme y mi marido hizo lo mismo en mi boca.

Estaba siendo atacada por ambos lados, Hanma por atrás y Sanzu por delante, coordinandose perfectamente para no darme ni un segundo de placer.

Haru me agarraba la cabeza para moverla a su antojo y Shuji me azotaba las nalgas dejandomelas rojas y calientes.

Ambos me decían obscenidades que en cualquier otro caso me hubiera enfadado pero ahora me parecían poesía.

Mi cuerpo se contraía y mis manos se aferraban inmediatamente a las sabanas.

Estaban siendo muy toscos y mi marido terminó de lleno en mi boca, tragandome todo sin ninguna pizca de asco, pero Hanma no dejó de azotarme con su pelvis hasta que se vino dentro del condón y yo mojé mis piernas.

Caí rendida a la cama, con el cuerpo sudado y pegajoso.

-Vamos Naoko, te voy a bañar.

-No es necesario Hanma, yo puedo sólita.

Me quise poner de pie pero mis piernas flaquearon y Hanma me agarró para que no cayera al suelo.

-No te pregunté- me alzó cómo su fuera una princesa, así que me dejé consentir por él.

No es precisamente el más romántico de mis novios ni el más atento.

Esa noche dormí cómo una bebé entre los brazos de Hanma y Sanzu, quiero todo lo que ellos puedan darme.

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👁 👄 👁 yo viendo que ya vamos por el capítulo 28 y siento que no estamos ni a mitad de la historia.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora