F E T I S H

C A P I T U L O 3 6

Ha sido una de mis mejores noches y mañanas que tengo en años, pero tuve que interrumpir mi pequeña diversión porque a Manjiro se le atravesó algo del trabajo, aún no sé a que se dedica pero no debe ser nada legal.

Hanma me llevó a casa apesar de que Ran se había ofrecido para que se fuera con Mikey, pero el más alto insistió en llevarme.

Tampoco quería separarme de él, cuando estoy con ellos me siento cómo en mi sueño favorito.

Fui una idiota al dejarlos, quiero recuperar a los demás pero no sé que fue de ellos y no puedo interferir en sus vidas.

Me tengo que conformar con Hanma y Manjiro.

Apenas crucé la puerta y Nyoko me bonbardeó con un montón de preguntas acerca de mi maravillosa noche.

-¿Cómo te fue con Mikey?

-Increíble, hace bastante que no me sentía de esta forma.

Adolorida y con ganas de más.

-¿Viste a algún otro?- Rei apareció detrás de mi hermana con su traje que suele llevar cuando está trabajando.

-Al sexi de Hanma, no tienen idea de cómo han cambiado ambos, son más varoniles, refinados es cómo si sus años de pandilleros nunca existieron.

Simplemente perfectos.

Mis compañeras de piso parecían que iban de salida al trabajo con sus bolsas y sus uniformes puestos, es una suerte que sea mi día libre y no me tengo que preocupar con ponerme molesta ropa que oculte lo que Mikey hizo conmigo ayer en la noche.

-Deberías traerlos a comer a la casa- opinó mi hermana -pero asegúrate que sea después de la boda para poder prepararnos.

-Se los comentaré, ya vayan o se les hará tarde.

Las eché de casa antes de que se les ocurriera otra cosa con nosotras y ellos, lo último que quiero es compartir su atención aunque no sea de otra forma más que amistosa. Pienso recuperar estos tres años a mi manera.

Me dediqué a hacer algunos pendientes de oficina que tenía y a leer un artículo que me dieron en la universidad, a estas alturas creo que lo mejor es que dejé el doctorado, consume mucho de tiempo y a la larga no me traerá muchos veneficios.

Tengo un trabajo estable, soy la jefa del departamento forense, mi compañero a veces es un dolor de cabeza pero la mayoría del tiempo hace algo útil y sobre todo estoy iniciando o retomando mi relación con mis antiguos novios, no puedo pedir nada más.

Por petición de Naoto esa misma noche me obligó a ir a la morgue para hacer la autopsia de un cadáver que a simple vista parecía que el sujeto había sufrido mucho y el informe forense corroboró mis sospechas, fue torturado por días y murió ahogado con su propia sangre despues de que le cortaran la lengua, que aún sigue pérdida en algún rincón de Tokio.

Después del turno nocturno y mi horario normal salí agotada del trabajo, quería tumbarme en la cama y dormir hasta que no supiera en que espacio tiempo me encontraba, ni si quiera me va a ser falta tomar mis píldoras para dormir.

Estaba esperando un taxi en el filo de la acera cuando escucho cómo un hombre me llama por mi nombre, lo veo directamente a la cara pero no me es ni un poquito familiar.

-Naoko ¿quieres que te lleve?

-No te conozco así que paso- me crucé de brazos y desvié mi mirada de dónde estaba él.

-Por favor me conoces más de lo que te gustaría- en tus putos sueños acosador -soy Ran.

¿Ah? ese ni de chiste puede ser Ran, no es que mi ex-cuñado fuera feo, pero el hombre frente a mi esta ¡uff!. Puedo describirlo con dos palabras.

Tan Sexi.

-Tú no eres Ran- pero entre más lo miraba y lo imaginaba con sus bellas trenzas que me caían en la cara cada vez que lo tenía sobre mi y esos ojos que parecen ver tus más profundos pecados - ¡Mierda!

Pero qué comió para ponerse así y sobre todo cómo se habrá puesto Rindou

-Tú también te vez muy bien Nao- ese es un cumplido cualquiera, pero con el tono tan sugestivo de su voz me insinúa una y mil cosas, lamentablemente solo quiero estar en mi casa sin la compañía de nadie.

Hasta ahora no había notado el tatuaje en su garganta idéntico al de Mikey y Hanma, si intento indagar en lo que están metidos no me va a gustar lo que puedo encontrar.

-La última vez que te vi íbamos en un coche patrulla- una horrible noche que quiero olvidar.

-Cómo olvidarlo- ¿siempre sonreía tanto? porque no lo recuerdo muy bien - ¿Ya comiste?

La verdad es que no y siendo sincera también muero de hambre y no me siento con ánimos de llegar a prepararme algo e irme a dormir con la panza vacía.

-¿Me vas a invitar?

-A donde tú quieras gatita.

Una frase tentadora que podría utilizar a mi favor de mil maneras. Debo de estar muy hormonal para pensar así, solo una cena y ya, al final de cuentas somos amigos y él sería una buena forma de contactar a Rindou otra vez.

-Que no sea un lugar elegante.

He estado 16 horas entre fluidos y viseras de muerto y por más que intente asearme en las duchas del trabajo sigo oliendo ese aroma a putrefacción en mi cabello y la ropa.

Subimos a su auto estacionado a media cuadra y me llevó a un lugar de comida rápida, no estoy para ponerme exigente y tampoco me importa mucho el lugar, lo único que quiero es comerme una gran hamburguesa con papas.

Ran me puso al corriente de todo lo que había pasado en el tiempo en que perdimos el contacto, pero siendo sumamente cuidadoso en no mencionar a ninguno de mis ex, en especial a Sanzu.

Él y yo tuvimos un rompimiento muy escandaloso, no había noche que no fuera a mi antigua casa completamente drogado a pedirme que regresara con él y que no pensaba darme el divorcio, fue lo mismo por dos meses enteros hasta que supongo se cansó y un día me llegó el acta de divorcio para que la firmara. Y a pesar de que quería seguir diciendo que mi esposo es Akashi Haruchiyo no podía quedarme solamente con él porque el tipo de relación que teníamos no lo permitía.

En todo el rato que estuvimos juntos no paró de hablar, sabía cómo sacar tema de conversación y yo disfrutaba de escuchar de sus aventuras, tanto me tenía hipnotizada que no presté atención a nuestro alrededor hasta que estuvimos aparcados fuera de mi casa.

-Te traje sana y salva.

-Gracias Ran- por qué su rostro esta tan cerca del mío y lo más importante por qué lo estoy besando.

-¿Te gustaría ir a otro lado, cómo a mi casa?- La mejor oferta que me han hecho en meses pero que no puedo aceptar, al menos no ahora.

-Ran yo valgo más que una hamburguesa.

-En eso estamos de acuerdo... ya tendremos más tiempo para divertirnos- él se bajó del carro y me abrió la puerta llevándome de la mano hasta la entrada de la casa.

-Dile a Rindou que me llame ¿si?- le dije tratando de revivir una antigua conversación que tuvimos.

-Me temo que no podré hacerlo Naoko, ya no somos tan compartidos cómo antes.

-No te creo- recuerdo que su relación era tan buena que hasta parecían gemelos. - Espero te diviertas esta noche.

-Sin ti primor no creo que pueda- a Ran le encanta besarme y joder que bien la hace.

Me costó mucho trabajo deshacerme de él pero valió la pena luchar contra mi sueño con tal de escucharlo hablar.