C A P I T U L O 5 5

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Después de llegar de nuestro viaje y la magnífica noche que me habían regalado Sanzu y Ran, los tres teníamos múltiples marcas en el cuello, cortesía de los hombres, que no pasaron desapercibidas por mis otros esposos. En especial Koko.

Tuve que decirle en secreto lo que había pasado, porque antes de ser mi esposo y novio fue mi mejor amigo. Pero no tuvo la reacción que yo esperaba. Se puso altanero, celoso y controlador.

Diciéndome que tenía favoritos entre ellos y que ya no se me hace atractivo.

-Koko, no digas eso, yo te amo mucho mucho- intenté besarlo pero se volteó. Pocas veces él me hace escenas de celos, aunque me gusta verlo así, porque de alguna forma me hace sentir muy deseada por Koko.

-No, no lo haces- apesar de que no quería que lo besara si se dejaba abrazar y acariciar su lindo cabello.

Mis esposos tienen mejor cabello que yo, que envidia mes tengo.

-Si lo hago, siempre te he amado no seas bobo.

-Es que parece que te gustan más ellos que yo- pude darle un pequeño beso en la comisura de los labios antes de que girara la cabeza en otra dirección.

-Me gustan todos, pero tú eres el más guapo- siempre me gustó Koko, había algo en él que hacía que siempre estuviera persiguiendolo y queriéndolo en secreto

-Que perra mentirosa.

-Eres el que más me gusta, con tus ojos negros, tus rasgos felinos... todo tú me encantas Hajime- le dije muy cerca de sus labios, jugueteando con los botones de su camisa y correspondiéndome un beso - Déjame enseñarte cuanto te amo.

Me agarró de los muslos y alzándome para llevarme a su escritorio. Me quitó la blusa y se acercó a mi pecho para besar las marcas que me hicieron.

Cuando me comprometí con Sanzu, Koko me había dicho que quería tener hijos conmigo y yo también quiero uno con él. A Yoshiro le hará bien tener una hermanita.

-Un año Koko, hay que esperar a que Yoshiro cumpla un año y tengamos una niña, tu y yo- él dejó de besar mi piel para verme a los ojos.

Pegó nuestras frentes y me abrazó por la cintura, haciendo que sintiera su aliento en la cara.

-Bebé, soy infertil. Lo descubrí mientras estabas embarazada, olvidé decírtelo.

-No importa, contigo me basta y sobra.

En parte me entristece un poco porque me hacía ilusión cargar a una pequeña Hajime, tener a la hija del chico que me enamoré a los dieciséis.

Nos seguimos besando para calentar el ambiente y poder pasar a lo siguiente, nunca hemos tenido sexo sobre un escritorio y mucho menos si es el suyo.

Podía escuchar el llanto de mi hijo desde el cuarto de su papá y a Shuji hablándole desesperadamente para que se calmara.

Tendré que dejar el sexo para otro momento.

-Tú clon te busca- me puso la blusa de regreso y me besó antes de dejarme ir a ver a mi bebé.

Fui al piso de arriba para ayudar a mi esposo. Últimamente Yoshiro está más apegado a mi y no la debió de pasar bien sin verme por dos días seguidos.

El pobrecito va a sufrir cuando me tenga que ir a trabajar y no me vea por un buen tiempo en la mañana y parte de la tarde.

Hanma tenía a Yoshiro llorando desconsoladamente en sus brazos mientras lo mecía de un lado a otro y cuando escuchó mi voz lloró aún más fuerte.

Hanma me lo dio, aunque no hubo mucha necesidad de insitir porque en cuanto me vio se olvidó de que tenía un papá y prácticamente se lanzó a mis brazos.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora