C A P I T U L O 2 7

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Cuando vi a los Haitani por la mañana casi me orino encima, Ran es muy bocon y tenía miedo de que dijera algo sobre la otra noche. Y ni hablar de lo sexi que se puso Rindou.

Pero ese no fue el maldito problema porque cuando nos estábamos subiendo a la motocicleta de Hanma vi a Kakucho llegar y sentí cómo mi mundo se movía.

Estaba igual de guapo que antes, con esa mirada de matón pero que si llegabas a conocer era el hombre más tierno. Nuestras miradas conectaron por unos segundos y quería lanzarme a sus brazos cómo antes.

Nuestro noviazgo fue muy corto pero estaba muy enamorada de él y ahora que lo recuerdo el imbécil me corto por teléfono ni siquiera tuvo el puto valor de decirmelo en la cara.

Que se joda Kakucho.

-Nao, Nao ¿Estas bien? Parecías pérdida- la voz de Reiko me trajo de regreso a mi realidad.

La había invitado de compras y a tomar algo, desde que me casé nos distanciados un poco y la chica me agrada.

-Si, solo estaba pensando en mi ex.

-¿Terminaste con alguno?

-¡Dios no! Tendría que estar loca para terminar con alguno de ellos... es alguien más, hoy por la mañana lo vi.

Solo de recordar lo feliz que era con Kaku me hizo sonreír, tal vez si me esfuerzo un poco y hago que regrese conmigo podremos estar juntos, pero mis novios son territoriales y no van a dejar que nadie más se una a la relación.

-¿Cómo llevas lo de tu aborto?

-Bien supongo, no me encariñé lo suficiente con el feto, así que no me dolió mucho.

Nunca existió tal cosa, por eso no puedo sentir dolor o tristeza por perder algo que nunca tuve.

-Cualquier cosa que necesites sabes que puedes pedírmelo.

Le sonreí y la agarré de la mano para seguir viendo las tiendas.

-Gracias Rei, eres una buena amiga.

Fuimos a una tienda de ropa interior de mujer y ella escogió algunas bragas cómodas, pero yo escogí algo de lencería sexi que se pagaría con las tarjetas de mis novios, es para ellos así que sus billeteras pagaran.

Mi teléfono celular sonó y lo busqué dentro del bolso, en el identificador de llamadas estaba el kanji de Kokonoi.

-¿Qué pasa Koko?

-Tengo alergias ¿puedes ir a cómprame la medicina?

-Claro, ¿Dónde estás?

-Estamos en el Sentō de a dos cuadras de la bodega.

-No tardo, te amo.

-También te amo, Nao.

Corté la llamada y volví a guardar mi celular en mi bolso.

-Voy a ir a la farmacia, Koko olvidó su medicina de las alergias.

-Te acompaño, no tengo nada mejor que hacer.

Subimos a mi auto y bajé en la primera farmacia que encontré, después fuimos al Sentō que me dijo Hajime.

A la recepcionista le di el nombre de Hajime y nos dejaron pasar sin hacerme ninguna pregunta.

-Koko, voy a pasar- avisé antes de entrar.

Entré al cuarto de baño que rentaron y la mayoría estaban desnudos dentro de la tina gigante mientras que Ran y mi marido estaban de pie uno al lado del otro viendo sus entrepiernas.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora