Después de plantearle la idea a Ran de tener un bebé no tuve que rogarle, se puso manos a la obra y todos los días por dos semanas, en la noche y las mañanas teníamos sexo sin preservativo.
Disfrutando viendo cómo su esperma resbalaba por mis piernas y siempre levantando mis caderas para que todo fuera de regreso a mi interior, decía que en cualquier gota podría estar nuestra bebé y que no debíamos desperdiciar nada.
Ambos coincidíamos en que queríamos una niña, ya quería vestirla con faldas y vestidos de tul, con brillos en sus blusas y disfrutando de Ran haciéndole trenzas.
Y cómo ambos fuimos muy dedicados en hacer a nuestra pequeña Haitani solo dos semanas nos bastó para que quedara preñada por segunda vez.
Mis otros esposos no sabían nada, unos ya se imaginaban pero Kaku, Haru y Mikey no tenían ni idea de que iban a ser papás otra vez.
Y mi embarazó llegó en el momento preciso, ya tenía suplente para mi puesto y solo me quedaba firmar mi renuncia y poder llegar a casa con mi pequeño Hanma a consentirlo como se merece y cuidar de mi salud para que la pequeña Haitani creciera a sus anchas hasta el día se su nacimiento.
Para mi último día de trabajo llevé a mi abogada de confianza, Rei checó el contrato de contratación de la suplente y mi renuncia, se aseguró que todo estuviera en orden y después ambas regresamos a mi casa.
Yo no podía parar de imaginar mi panza inflada y a Yoshiro recargado en ella mientras ambos comemos chucherías por mis antojos. Mi primer embarazo fue muy tranquilo y cruzo los dedos porque este sea igual.
Además de que la pequeña Senju está por nacer y así mi hija tendrá una compañerita de juegos y travesuras.
Cuando entramos a la casa me asusté mucho de escuchar a Yoshiro llorar, él estaba en su corral, paradito y sosteniéndose de la orilla mientras lloraba mucho. Su cara estaba muy roja y parecía que tenía un buen rato así.
-¡MA!- me estiró los brazos para que lo cargara y consolara.
Corrí a él y lo cargué, asegurándome que estuviera bien, pero un olor de excremento hizo que me fijara en su pañal que lo tenía muy sucio.
-¿Dónde está la niñera?- Reiko se asomó a las habitación se alrededor pero parecía que estaban vacías.
-La voy a matar Rei, le pagamos para que no se despegue de Yoshiro y no puede hacer su puto trabajo bien.
Acosté a mi hijo en el sofá y le quité todo la suciedad, viendo pequeños granitos rojos en sus pompas ocasionados por llevar el pañal sucio mucho tiempo.
-¿Lo dices de manera metafórica?
Me voy a asegurar que en su puta vida vuelva a trabajar de niñera, me preocupa muchísimo que esto no sea un evento aislado y se haya repetido en otras ocaciones.
Yo pensaba en extender su contrato para tener un par de manos extra cuando mi hija naciera, pero no voy a permitir que un loca cómo ella cuide de mis hijos.
-Claro... ya estas amor, perdón por no cuidarte Yoshiro- mi corazón se sentía pequeño de ver a mi hijo tan triste y asustado - Ve con tu tía Rei, ya vuelvo bebé.
El trabajar era un capricho mío y todo eso se pudo solucionar si yo me hubiera hecho cargo de Yoshiro desde siempre.
-¿A dónde vas Nao?- no le quedó más que recibir a mi hijo en brazos, todos saben que si me dicen que "no" cuando estoy molesta nada bueno sale.
-Voy a sacarla a rastras de mi puta casa.
Subí al segundo piso, buscándola cuarto por cuarto hasta que di con ella, estaba en la habitación de Rindou con la música prendida, vestida con una de sus camisas, mi pintalabios favorito y mi perfume.
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F E T I S H
FanfictionHistoria +18 Donde la Oc conoce a la Kanto Manji y el cómo por jugadas del destino termina enredada con ellos. Se tocaran temas sensibles cómo: Drogadicción. Prostitución. Sexo. Problemas psicológicos. Entre muchos otros. No irá acorde al manga pero...