C A P I T U L O 1 6

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Ya habían seis meses desde la muerte de Emma, mi relación con Mikey, Koko y Sanzu seguí igual que siempre.

Mi familia aceptó muy bien mi relación poliamorosa y ya no me tenía que preocupar que ellos vinieran a mi casa todos golpeados porque se pelearon con otro pandilla, aunque yo sabía que les hacía falta eso.

Cuando pasábamos al lado de alguna pandilla uniformada suspiraban cómo colegialas enamoradas.

Estaba sobresaliendo en la universidad, ganandome propuestas para hacer servicio en diferentes instituciones forenses, pero para poder aceptar dichas propuestas tenía que estar cursando el tercer año y yo apenas iba comenzando el segundo.

Había intentado contactar a Kakucho en muchas ocaciones, pero por más que lo hiciera nunca regresaba mis llamadas, fui a su departamento y los vecinos me dijeron que ya no vivía ahí, por lo que me di por vencida dos meses después de que terminara conmigo por una estúpida llamada telefónica, no tuvo el puto valor de decirmelo en la cara.

Lo único que iba en declibe en mi vida era mi relación con Nyoko, antes eramos muy cercanas a pesar de que somos polos totalmente opuestos, pero ahora casa vez que intentaba acercarme a ella para arreglar lo que sea que tuviéramos, ella me alejaba.

Todo eso empezó desde que Sanzu le dio la paliza a Yashio, nunca me reclamo nada pero es muy obvio que no le pareció que mi novio le quebrara la nariz al suyo, pero en la defensa de Haru, él se lo busco por ser un cretino conmigo.

Mikey quería deshacerse de varias cosas en su cuarto y yo me ofrecí a ayudarlo, es un acumulador y tengo miedo que un día que me quede a dormir con él me salga un maldito bicho y se me suba en el pie.

Ya habíamos llenado varias bolsas con basura y una más con ropa vieja, para su traje de la ToMan yo le compre un protector de plástico para que no se le fuera a arruinar con el tiempo, sé lo importante que fue esa pandilla para él.

Nada más nos faltaba sacar libros viejos y libretas para llevarlos a esos lugares de reciclaje, él se dedicó a bajar los del estante de arriba y yo los de abajo, estaba terminando mi parte y hasta el fondo del librero detrás de una enciclopedia de motocicletas, encontré una caja de zapatos muy viaje.

La saqué y abrí en el interior había muchas revistas porno de hace años. No sabía que mi novio era de esos gustos.

Hojie un par, no era nada del otro mundo, chicas desnudas en poses muy provocativas y algunas poses sexuales donde ellas mismas se complacían con sus dedos o juguetes sexuales.

Agarré la revista de hasta abajo y era mucho más explícita que las otras de la caja, apreté mis piernas por instinto imaginado que yo también podría hacerlo.

Un trío con alguno de mis novios y una chica más no suena tan mal.

-Mikey- lo llamé, él estaba bajando u os cuantos tomos de la parte más alta, desvió sus ojos a mi y le puse la página que estaba viendo en alto.

No se sonrojo, ni intento excusarse cuando vio las revistas esparcidas por todo el suelo.

-¿De dónde sacaste eso?- bajó los libros y se sentó en la cama.

-Estában ahí abajo ¿Son tuyas?

Él negó con la cabeza.

-No, deben de ser de mi hermano... este cuarto era suyo...- una sonrisa burlona apareció en su cara - ¿Por qué tienes las piernas así?

Bajé mi mirada a mis piernas y las tenía muy muy apretadas, más de lo que estaba consciente.

-¿Te excitó verlas?

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora