Naoko se encontraba frente al auto de Mikey cubriéndose con el abrigo de su traje y a punto de hacer una rabieta porque no podría estar con él cómo se lo había prometido desde un principio.
-Me tengo que ir mi vida.
-Pero prometiste que pasaríamos la noche juntos.
Algo que Mikey odiaba más que nada era prometerle cosas y no poder cumpliserlas, sentía que su novia merecía todo lo que él pudiera darle y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de que ella tuviera esa sonrisa en su cara.
-Lo sé, me jode no poder consentirte pero es del trabajo.
Podría posponerlo un par de horas con tal de satisfacer a su novia pero a la larga ese trabajo costaría mucho más resolverlo si no lo atendía a la brevedad.
Aunque lo mismo pasaba con Naoko porque entre más corrían los minutos su libido aumentaba y todo por hacerle caso a Sanzu, tonta en el momento que le creyó que esas píldoras solo aumentaban un poco el apetito sexual, se sentía tan caliente que estaba segura que al menor roce de la piel de su novio se le lanzaría sobre él sin importarle que dos de sus subordinados estuvieran ahí.
-Esta bien- le hizo una mueca de decepción.
-No me hagas caras- la reprendió.
-Las hago si quiero.
-Te llevaran a mi departamento prometo llegar mañana temprano antes de que depiertes
-¿Así cómo prometiste estar hoy conmigo?- se sentía herida porque ya se había montado una fantasía de todo lo que haría con el hombre que le roba el sueño desde su adolescencia.
-Si amor- Mikey le quiso dar un beso pero ella se volteó y él bufó algo indignado -Llevenla a mi casa y más les vale que la cuiden.
Si fuera cualquier otra mujer no dudaría en dejarla y conseguirse otra, pero tratándose del amor de su vida haría cualquier cosa por mantenerla a su lado.
Le abrió la puerta del auto y esperó hasta que el vehículo desapareciera del estacionamiento.
Todo el camino a la casa de su novio iba maldiciendo por lo bajo deseando desesperadamente llegar y hablarle a algún otro con la esperanza de que estuvieran disponibles para ella.
Llegando al departamento se quitó los zapatos de tacón y fue a las escaleras sin perder ningún segundo más.
-¿Adonde vas mocosa?
Tiene la misma actitud de mierda que su hermano menor ¿me pregunto en que otra cosa se parecerán?
-Me voy a dormir- dejó el abrigo de Mikey en el respaldo de uno de los sillones y siguió hasta el cuarto de su novio.
Sacó el celular de su pequeña bolsa que servía más de adorno y le picó al contacto de su diler personal, esperó unos segundos y cuando por fin escuchó la voz de su querido ex-esposo le soltó lo que más deseaba.
-Eres un imbécil Sanzu, ven a la casa de Mikey y cogeme.
Le pidió a manera de orden sabiendo que Haruchiyo haría de todo para mantenerla satisfecha.
-¿De qué hablas?
-Me tomé la pastilla que me diste y necesito urgentemente tener a alguien entre las piernas.
Escuchó su sínica risa del otro lado de la línea sabiendo en que la había mentido y ahora tenía un problema grande que solo podía ser resulto por alguien más.
-Reina tenías que darle la mitad a Mikey y la otra era para ti, si tomas la pastilla entera te vas a sentir jodidamente caliente
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F E T I S H
FanfictionHistoria +18 Donde la Oc conoce a la Kanto Manji y el cómo por jugadas del destino termina enredada con ellos. Se tocaran temas sensibles cómo: Drogadicción. Prostitución. Sexo. Problemas psicológicos. Entre muchos otros. No irá acorde al manga pero...