C A P I T U L O 8

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Sanzu estaba recostado en mi regazo con los ojos cerrados, mientras mi maquillaje regado por la cama.

Le tengo tanta envidia a sus pestañas y no me pude resistir a maquillarlas.

-No te muevas o te dejaré sin pestañas- lo regañó y pellizqué la mejilla.

-¿Recuerdame por qué te dejo hacer esto?

Había descubierto que a Haruchiyo le costaba andar en la calle sin su mascarilla, pero cuando estábamos juntos se la quitaba.

La belleza de este chico es incomparable.

-Porque te gusto mucho- o eso es lo que me ha dicho.

-También me gustan las motos y no por eso quiero que me pase una por encima.

-No te quejes Sanzu- terminé de enchinarle el ojo derecho y después algo de máscara de pestañas transparente, si le pongo de la que generalmente uso le quedará negro el ojo -Listo.

Agarré el espejo y se lo puse frente a él, sus ojos se abrieron y las pestañas risadas chocaban contra su párpado.

-Me veo igual.

-Claro que no- le pase mi dedo anular por una de sus pestañas -Te ves más lindo y si te pusiera lápiz labial quedarías aún mejor.

También intenté pintarle las uñas en color negro, pero se negó. A Kokonoi siempre le delineaba los ojos.

-La única forma en que tenga lápiz labial es cuando te bese.

-Pero así pierden su función, quiero que los labios se te vean rosados, no que se te riegue por toda la boca.

La puerta de mi cuarto se abrió de golpe y Nyoko entró solo para agarrar un suéter.

-Hola Sanzu- lo saludó a secas y se salió sin darle tiempo a Haruchiyo de contestarle.

-No le agrado- me dijo.

-Yo tampoco- seguimos peleados y ninguna parece que vaya a ceder o pedir disculpas -Solo ignorala, no le gusta que salga con más de uno a la vez.

Cuando inicié mi pequeña aventura con Sanzu, fui totalmente honesta con él y sabía que yo miraba a más personas, al principio lo llevó bien, pero después se ponía más terco de lo normal.

Me llamaba sabiendo que estaba con Kaku y Rindou y después fingía no recordar que le había dicho que iba a salir con ellos. También me dejaba chupetones en lugares que sabía que iban a besar y ver.

Además ya me había advertido que no iba a permitir que ninguno de mis futuros compañeros de la facultad se me acercaran, solo espero que no busque a Kaku y Rin para golpearlos.

-Deja de verlos.

-No puedo Haru.

-No quiero compartirte- en un movimiento ágil de dejó debajo de él -Me gustas mucho cómo para dejar que alguien más te haga todo lo que yo quiero.

-Puedes hacerme lo que gustes Haruchiyo, pero no estamos en nada formal, sino lo soportas puedes irte.

Me agarró de las muñecas y no me permitía moverme, me encantan sus ojos azules, en general todo él me gusta y lo sabe, pero ya no puedo entregarle todo a una sola persona, no quiero volver a salir herida.

-¡Naoko! Mikey vino a verte- gritó Suki desde afuera de mi cuarto.

¡Carajo!

Nadie sabe lo que Sanzu y yo tenemos, si Mikey se entera Haruchiyo es hombre muerto.

Manjiro se ha encargado de quitarme a cada pretendiente de encima, nadie quiere lugarse a la ex-novia del invencible Mikey, porque de hacerlo se echarían a la espalda a toda una pandilla, con Rindou no hay problema porque siempre salimos en Roppongi y ninguna otra pandilla entra ahí ni por equivocación.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora