CAPITULO 57

423 61 4
                                    

El día en que tuve que regresar al trabajo fue de lo peor, me la pasé llorando porque dejé a mi hijo, cada tanto le pedía alguna foto o video a su nani y no tomaba mi hora de comida para salir antes y poder llegar a casa con Yoshi.

Muchas cosas habían pasado, se casó mi hermana, mi hijo ya caminaba y comenzaba a hablar y pronto tendría una linda sobrina o sobrino.

Me había perdido tanto del crecimiento de mi hijo que me sentía culpable por ir a trabajar cuando podría ser yo quien lo criara, por eso estaba arreglando todo para buscar un buen suplente y renunciar, mis esposos no lo sabían porque si se llegaban a enterar me presionarían para hacerlo.

Lo único que me reconfortado era que Yoshiro me prefería a mi sobre todos, apenas si me miraba cuando ya se iba conmigo y se negaba a despegarse, en ocaciones era un poco conflictivo porque no podía tener cinco minutos a solas con alguno de sus papás sin que él llorara pidiendo por su madre.

Entré a la casa y seguí el sonido de sus pequeñas risitas que venían de su habitación.

-¡Mamá!- estiró los brazos y movía sus pies de adelante hacia atrás -¡MA!

-Hola mi amor- lo cargué y le di un beso en su mejilla llenándome de la comida que no había entrado a su boca - Te extrañé mucho Hanma.

Mi hijo se parecía tanto a su papá, pero también tenía rasgos míos, dando cómo resultado al bebé más bonito que nunca haya visto.

Yoshi se acurrucó en mi hombro y se negaba a ir con su nana a que le terminara dar de comer.

-Yo le ayudo a terminar, puedes irte temprano hoy- lo acomodé en mis piernas de manera en que pudiera moverme para alimentarlo.

-Puedo esperar no tengo problema.

-Cómo gustes.

Me dediqué a darle de comer y disfrutar como la rechazaba mi hijo cada vez que ella intentaba llamar su atención, me daba algo de miedo que cuando dejara de verme todo el tiempo ya no me quisiera.

-¡Pas!- Yoshi echó un grito de felicidad cuando vio a Mikey, Rin y Kaku venir hacia nosotros -Pa Miky- le estiró los brazos a mi esposo que se acaba de teñir el cabello de negro, si rubio ya me gustaba estando así me gusta el doble.

-Que guapo te ves Manjiro- él solo me sonrió de lado y se agachó para besarme. Surrandome uno de sus habituales piropos en doble sentido.

-Alguien tiene que aprender a comer- Mikey no dudo en alzarlo, Yoshi le toqueteaba su nuevo color muy intrigado de que repentinamente haya cambiado de look -Llegas temprano mi vida.

-Quería estar con ustedes más tiempo- eso y que tener a Naoto mandando en todo era muy agotador, suficiente tengo con mis esposos cómo para lidiar con un él.

Dejé que Mikey se encargara de alimentar a Yoshi y yo me dediqué a dejarme mimar por Kaku y Rin.

Rindou se aprovechaba de cualquier oportunindad por mínima que fuera para besarme, agarrándome de la nuca y terminando el beso hasta que yo lo mordía.

Entre que esperábamos a que Yoshiro terminara de comer y nos poníamos al día con lo sucedido en la semana terminé sentada en las piernas de Rindou. Me incomodaba que la niñera estuviera con nosotros, porque no podíamos expresarnos con total libertad a cómo estamos acustabrados. Y lo peor era que no se fue hasta que Kakucho le dijo que ya era hora y el mismo le pidió el taxi, de lo contrario hubiera estado ahí metida.

Maldigo la hora en que le firmamos un contrato de dos años, si la despedimos por cualquier cosa nos caerá una demanda y lo último que necesito es a Bonten llendo a juicios por despido injustificado.

F E T I S HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora