Esa noche, a pesar de las altas horas de la madrugada que eran, cuando llegamos a casa nos acomodamos los tres en el sofá siguiendo las consignas de Fenrir. Si bien es cierto que en un principio me pareció ridículo y un tanto surrealista, mantuve mis labios fuertemente apretados para no soltar alguna de las burradas que acostumbraba.
Tras mi sorpresa inicial, y siguiendo todos y cada uno de los pasos que me estaba marcando el lobo, clavé mis garras en las nucas de Beth y Viggo, a pesar de la reticencia de ambos, y a partir de ese momento, se abrió una nueva puerta frente a mí.
"¿Podrías decirme cómo eran las heridas del cuerpo?" habló Fenrir en nuestras cabezas, provocando que fuera imposible disimular nuestra sorpresa ante este hecho.
Hasta ese momento yo había sido la única que había sido testigo de la presencia del lobo, sin embargo, jamás imaginé que podría suceder algo como esto.
—Pues... a ver... Tenía una marca en el cuello, como si le hubieran ahorcado con una cuerda, tenía la garganta rajada de lado a lado, y un golpe en la cabeza —comentó incómodo mi hermano, consiguiendo que mis labios se arrugaran en una mueca.
Acababa de hacerme una imagen demasiado gráfica, y me estaban dando hasta arcadas.
"¿Ha aparecido la chica que desapareció?".
—Sí, está en la morgue del hospital —informó mi hermano rápidamente, provocando que mi ceño se frunciera—. Tiene las mismas heridas que el chico de esta noche.
"Prestad atención...".
Realmente esto parecía una película de terror. ¿Sacrificios? Si bien es verdad que me la traía un tanto floja mientras no me tocara ser una de las víctimas, había algo de lo que había dicho Fenrir que había llamado mi atención.
Al parecer, el Darach o druida oscuro, se dedicaba a hacer esos sacrificios para aumentar el poder del Nemeton. Nemeton al que yo parecía estar vinculada de alguna forma.
¿Acaso el Nemeton me estaba avisando de los sacrificios? Porque a pesar de que no había querido confirmárselo a Beth, me parecía muy extraño ponerme malísima y que posteriormente apareciera un muerto.
Tan hundida iba en mis pensamientos, que no me había percatado hasta ese momento de que el aroma de Derek se esparcía con sutileza por ese pasillo, provocando que mi ceño se frunciera levemente y que fuera inevitable no seguirlo, esbozando una siniestra sonrisa cuando me percaté de su destino.
Haciendo oídos sordos a la conversación que mantenía con la mujer, me recliné en la pared frente a la puerta y crucé mis brazos sobre mi pecho mientras apoyaba uno de mis pies en la pared, sintiendo cómo mi corazón latía tan deprisa que parecía estar a punto de salírseme por la boca.
Por Odín, incluso desde donde me encontraba era consciente de lo cachonda que estaba ella ante la presencia del pelinegro...
Y eso no me gustaba.
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The Last Sacrifice |Derek Hale x OC|
Fanfiction¿Quién dijo que iba a ser fácil? Es obvio que cuanta más gente quieres más más esfuerzos tienes que hacer para protegerlos, pero no poder hablar... No poder hacer públicas tus intenciones puede ser el punto de inflexión en tu vida. Ha riesgo de perd...