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—¿Piensas comprarte un móvil pronto?

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—¿Piensas comprarte un móvil pronto?

Mientras todo el mundo salía apresurado del aula, nosotras nos tomábamos el tiempo necesario para recoger nuestras cosas y evitarnos de ese modo más de un gratuito empujón, momento que aprovechó la morena para recordarme que debería mantener mis manitas quietas en más de una ocasión.

—Supongo que iré esta tarde al centro comercial —mascullé, volviendo a maldecirme por ser tan impulsiva en ocasiones.

Si tan solo, aquella noche en el loft de Derek, hubiera controlado mis furiosos impulsos, ahora mismo tendría móvil... a pesar de que era un tema que hubiera olvidado por completo si no fuera por la muchacha que caminaba a mi lado, quien me lo acababa de recordar.

Cruzando una de las esquinas de los pasillos, el tufo de la nueva criatura sobrenatural de la ciudad golpeó mis fosas nasales, haciendo que agarrara con firmeza el antebrazo de Kath y la colocara frente a mí para poder disimular un poquito, aunque solo fuera.

Viendo cómo ella alzaba una de sus cejas, esbocé una sonrisa y le señalé a mis víctimas con un gesto de cabeza antes de centrarme en la conversación que mantenían ambos.

—Creía que habías dicho que querías hacer amigos —dijo el nuevo profesor de Historia, padre de Kira.

—No de esa forma.

—Dijiste que querías que te hicieran caso.

—Podría prenderme fuego y llamaría la atención.

¿Cuándo demonios iban a hablar de algo interesante? Necesitaba información, coño.

—Pero estarías muerta...

—Exacto.

—Kira... Kira...

Ante la insistencia del hombre, mis ojos se dirigieron con rapidez hacia la chica, que lejos de prestarle atención a su padre, tenía toda su atención fija en Scott.

Un Scott de relucientes ojos rojos que encendió todas y cada una de mis alarmas.

Scott... El increíble Scott, que a pocos días de haber sido mordido controlaba casi a la perfección su transformación, estaba perdiendo todo tipo de autocontrol en un pasillo a rebosar de estudiantes.

Cuando Stiles obligó a Scott a mantener su cabeza gacha y lo arrastró por los pasillos, supe que algo malo estaba pasando.

En un rápido movimiento, envolví la muñeca de Kath con mis dedos y me incliné sobre su oído, consiguiendo que ella me mirara extrañada, sin embargo, yo ignoré las respuestas que me exigía sin palabras y mantuve mis ojos fijos en las espaldas de ambos chicos, que se alejaban por el pasillo.

—Quiero que vayas a la siguiente clase —susurré antes de hacer un gesto con mi cabeza hacia Kira—. Intenta acercarte a ella, yo tengo que arreglar aquel problema...

The Last Sacrifice |Derek Hale x OC|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora