Ese día me levanté de la cama como una autómata.
Dejé caer mis pies por el borde de la cama y deslicé mis ojos por encima de mi hombro para ver a Stiles dormir los pocos minutos que había conseguido dejar a un lado la preocupación por su padre y poder descansar.
Ciertamente me sorprendió cuando a altas horas de la madrugada, escasos minutos después de que nos hubiéramos ido todos a la cama, unos suaves golpes en la puerta anunciaran su llegada.
No me lo esperé, y creo que se evidenció en mi rostro cuando abrí la puerta y me lo encontré con su cabeza gacha, desprendiendo un increíble tufo a depresión y preocupación. Por eso, sin decir absolutamente nada, me hice a un lado y cerré de nuevo la puerta antes de guiarle hasta mi cuarto.
Durante las escasas horas en las que permanecimos en la habitación, me limité a escuchar sus lamentos, penas y los descabellados planes de los Argent, pues era imposible que alguno de los dos pegara ojo. Él por razones evidentes... Yo, porque estaba tan saturada, que me resultaba tarea imposible... tal y como venía sucediendo desde semanas atrás.
Procurando hacer el menor ruido posible, agarré una muda de ropa limpia y me adentré al baño para darme una rápida ducha y salir completamente preparada del baño, encontrándome a Stiles en la misma posición que minutos atrás.
Exhalando un suspiro, centré mi atención en el chico antes de sentarme de nuevo en el borde de la cama para sacudir con suavidad su hombro mientras repetía su nombre una y otra vez, hasta que finalmente abrió sus ojos sobresaltado y se sentó en la cama en un rápido movimiento, provocando que mis labios se estiraran en una imperceptible mueca.
—¿Qué ocurre? —preguntó él con su voz enronquecida.
—Nada —me limité a decir, encogiéndome de hombros—. Es hora de ir a la escuela.
Él solo asintió con su cabeza antes de sentarse en la cama, momento que aproveché para terminar de meter todo lo necesario en el bolso y salir de la habitación para darle privacidad al chico, sin embargo, cuando agarré el picaporte de la puerta, su voz detuvo todas mis acciones.
—¿Por qué no nos lo dijiste?
Inmediatamente me giré lo suficiente para dedicarle una rápida mirada por encima de mi hombro.
—¿Por qué no nos dijiste que te habían amenazado? ¿Por qué siempre haces lo mismo? ¿Por qué nunca nos dejas ayudarte? Si lo hubieras hecho... nada de esto habría pasado...
—¿Me estás reprochando algo? —pregunté con humor, girándome completamente para que nuestros ojos se encontraran sin ningún tipo de dificultad—. ¿Es eso lo que estás haciendo? ¿Me está reprochando que no os contara lo que sabía?
—Te estoy diciendo que si nos lo hubieras contado, no habrías estado sola cuando mató a tu hermano y no habrías sufrido en balde todo lo que has sufrido... ¡Estoy diciendo... que si hubieras confiado en nosotros desde el principio no estarías así!
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The Last Sacrifice |Derek Hale x OC|
Fanfiction¿Quién dijo que iba a ser fácil? Es obvio que cuanta más gente quieres más más esfuerzos tienes que hacer para protegerlos, pero no poder hablar... No poder hacer públicas tus intenciones puede ser el punto de inflexión en tu vida. Ha riesgo de perd...