One.

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«j»

La señora Kathy, la señora de servicio, le había servido a Jill su desayuno favorito cuando era ella la que cocinaba. Tostadas, un poco de fruta y un exquisito latte vainilla. Así comenzaban todos los días para la pequeña muchacha, excepto los fines de semana, los cuales se diferenciaban por ser una total gloria. Jill apenas se levantaba, se daba una pequeña ducha para luego vestirse con el uniforme del colegio, el cual consistía en una falda color vino tinto, una camisa de cuello abotonado color gris, al igual que las medias de corte alto, y un sweater negro, y por supuesto, zapatos de color negro. La verdad no era tan malo, y un uniforme por lo menos era una razón menos por la cual burlarse sus compañeros pudieran burlarse. Jill daba gracias a la directora por mantener esta regla del uniforme vigente, aunque muchos hayan reclamado durante varios años.

La muchacha tenía su vista fijada en el patio mientras apenas tomaba su desayuno, estaban podando y también arreglando los arbustos, pero eso ni le importaba porque su mente estaba en otro lado, como de costumbre. Pensaba en el fic que había terminado de leer la noche anterior y algunas sonrisas se escapaban de ella de vez en cuando. Era inevitable.

La única cosa que la pudo sacar de ese tren de pensamientos fue la pantalla de su celular. Se encendió.

De tan solo ver de quien se trataba, sonrió y tomó su celular de inmediato, soltando la tostada que estaba a medio comer. Era una notificación de Instagram y ya sabia de quien era.

"@zayn just posted a photo."

Por supuesto que abrió la notificación, ahora el reconocido modelo se encontraba de vacaciones en Ibiza, pero eso no evitaba que posteara su típica foto empezando el día.

El caption decía: ''starting a nce day on ibiza xx :)''

Jill sonrió de nuevo -sin poder evitarlo- al ver la foto y de inmediato le dio un doble tap a la foto. El se veía tan bien en esa foto, tan tierno... Esta bien, no muy tierno. Se veía sexy, como de costumbre. Sus tatuajes llamaban la atención mucho mas de lo que ya lo hacían y su sonrisa, agh su sonrisa era tan perfecta. Adoraba lo que hacia con su lengua y sus dientes cada vez que sonreía de esa forma para una foto.

El sonido de claxon hizo saltar a Jill de la silla. ¡Mierda! la escuela, tenia que llegar antes que todos así que no podía perder más tiempo del que ya estaba perdiendo. Tomó su celular y lo metió en su bolso al mismo tiempo que agarraba una tostada con sus dientes y tomaba la taza con la mitad del latte a medio terminar. Al correr hacia el garaje casi se llevo a la señora Kathy por delante, así que medio le pidió disculpas con la boca llena de tostada y siguió con su camino.

Bryan observó a Jill divertido de la situación mientras entraba en la parte trasera del auto. Bryan era el mejor chofer de la familia -aunque solo contaban con dos-, el era el que siempre se quedaba y además lo conocían desde hace años, era prácticamente parte de la familia.

—Buenos días señorita Jill.  —Bryan le saludó con un tono bastante suave de burla mientras colocaba en marcha el auto.

—Buenos días Bryan, ¿Qué es tan gracioso? —preguntó, y si no lo hubiera dicho de la misma forma que el entonces hubiera sonado horriblemente arrogante.

Pero no era así, todo lo contrario.

—Lo de todas las mañanas, es divertido verla correr al pensar que va tarde.

Jill volteó los ojos -solo por maña- solo para después soltar una risa que resonó en todo el auto:
—No es gracioso, casi mato a Kathy —dijo tomando el celular de nuevo.

El soltó una risa mucho más sonora esta vez:
—No creo, la señorita Kathy es indestructible... ¿De nuevo distraída por ese chico?

—¿Qué chi... ¡Oh! ¡si! —era gracioso, porque Bryan pensaba que Zayn era un chico que conocía en persona. Jill no pudo evitar sonreír ante aquella posibilidad, pero la descartó de inmediato al pensar en lo descabellada e imposible que era la idea, y no solo eso, de tan solo pensarlo simplemente le dolía. 

18 // zjm (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora