Forty-one.

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«z»

Estaba camino a la casa de Jill mientras escuchaba música desde mi celular conectado al auto por el ac cuando el sonido de las notificaciones me hizo casi salirme del camino o por lo menos chocar, fueron muchas de la nada y mierda, tenía la música a casi todo volumen.

Pare a pocas cuadras de la casa de Jill porque ya no soportaba el sonido interrumpiendo las canciones y tome el celular... Niall.

Niall:
"Trae pizza!" 20:39
"🍕🍕🍕🍕" 20:39
"🍕🍕🍕🍕🍕🍕🍕" 20:39
"Pizza, pizza, pizza" 20:39
"Si no traes pizza no te dejo entrar a la fiesta" 20:40
"Jill me dijo que hicieron pizza!" 20:40
"🍕" 20:40
"🍕" 20:40

Yo voltee los ojos con una sonrisa y después gruñí, me lo había imaginado. Lo detuve antes de que pudiera mandar más emojis, porque estoy seguro de que lo haría.

Yo:
"La pizza se acabo 😒" 20:41
"Compra tu, es tu fiesta" 20:41

Niall:
"Jill me dijo que había quedado" 20:41

Yo:
"Pues me la acabé" 20:41

Niall:
"Trae pizza o si no, no entras😊" 20:42

Y simplemente de "online" pasó a nada, yo suspire y deje el celular ahí, colocándolo en "no molestar" mientras me seguía acercando a la casa de Jill. La tarde había sido fantástica, ella era fantástica por lo tanto el tiempo que pasábamos juntos era... Fantástico.

La deje en su casa a las seis de la tarde y cuando lo hice me alegré al saber que no la regañarían por no haber avisado donde se había metido toda la tarde, y también conocí a Kathy, que era una señora tierna que solamente quiere cuidar y proteger a Jill a toda costa. Sin embargo al principio fue un poco extraño conocerla de esa manera, es decir, mientras Jill tenía ropa que era mía y ella nos había mirado de una manera sospechosa. Lo que me dio vergüenza, pero de todas formas me cayó bien, y yo espero también haberle caído bien a ella.

Después de una pequeña charla con ella, en la que por cierto Jill estaba presente y estaba un poco avergonzada escuchando todo lo que ella me decía, acepto que Jill fuera a la fiesta conmigo. Así que ahora la estaba recogiendo, por cierto también llevándole el regalo que le había traído de LA, el oso. Porque justo cuando me regresaba a casa note que se me había olvidado por completo entregárselo.

Las fiestas de Niall siempre empezaban a algo así como a las 10 de la noche, pero yo siempre estaba desde un poco antes y esta vez no sería la excepción, además que Niall me había suplicado que la llevara. Me alegraba que a mis amigos les gustara Jill tanto como yo, aunque la verdad no de la misma manera en que a mí me gustaba.

Llegue a la casa unos minutos después y en esta ocasión en vez de quedarme fuera de la propiedad de la casa de Jill, el vigilante me dejo pasar, y ahora en vez de esperar en el auto, entre a la casa. No pude evitar sentirme nervioso, de veras nervioso.

Kathy no fue la que me recibió como hace unas horas atrás, esta vez fue otra chica la que me hizo pasar hacia la sala de estar de la casa... Mansión.

La casa de Jill era... Para ser sinceros, nada como ella, aunque pensándolo bien no era de ella por lo tanto no tenía su esencia, era de los padres de Jill. Pero aún así era fantástica, demasiado elegante para poder hacer una fiesta como las que yo hacía de vez en cuando, y también silenciosa. Muy silenciosa.

Sonreí al notar que en una de las paredes, las cuales eran súper altas y blancas, había miles de fotografías colgadas de manera organizada y estética. Así que como estaba solo y todavía Jill no estaba lista, al parecer, decidí ir a ver las fotos y deje al oso con los lentes de sol sentado en el sofá. Se veía gracioso.

18 // zjm (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora