Seven.

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Era viernes por la tarde. Jill no se había conectado en toda la semana en ninguna red social, hasta había dejado el celular apagado todos estos días. Estaba bastante segura de que Beth la iba a matar, pero la verdad toda esa semana había sido dura. Los profesores deberían de calmarse un poco con todos sus exámenes, exposiciones y trabajos.

Además no tampoco supo nada de Zayn durante todos esos días y eso la tenía... No mal, pero si un poco triste y malhumorada, lo extrañaba. La única vez que lo veía era cuando pasaba por una de sus vallas publicitarias, y cada vez le sonreía devuelta a esa imagen. Pero bueno, al fin estaba libre. Los exámenes habían acabado y además mañana era Sábado, es decir, sus padres estarían en la ciudad al fin. 

Los padres de Jill eran dueños de Price Enterprise, la verdad es que Jill debía de admitir que fueron inteligentes con el nombre, era una empresa que se dedicaba a la economía y las finanzas. A Jill no le interesaba mucho pero de todas formas sabia que eran extremadamente importantes en Londres, y también en el mundo. Pero si, es por eso que los fines de semana eran los mejores, sus padres regresaban de sus viajes alrededor del mundo y los aprovechaban para hacer cualquier tipo de cosas juntos. Pero a decir verdad los Domingos eran los días que mas esperaba, aunque al final siempre eran un poco tristes, para Jill poder ver a su hermano era lo que le daba fuerzas.

El hermano de Jill estaba en la prisión, sorprendente ¿no? Con la vida de lujos que sus padres les daban la pregunta siempre era ¿Cómo había pasado aquello?. Bueno, las personas siempre terminaban imaginando miles de cosas que pudieron haber pasado, como una super estafa que involucraba a varias empresas o incluso un robo dentro de la misma compañía, pero la verdad es que no podrían estar mas alejados de la realidad. 

Su hermano estaba ahí pagando la sentencia de su mejor amigo, el cual murió una noche antes de que lo pudieran atrapar, así que en líneas generales estaba ahí haciéndole el ultimo favor a su mejor amigo ya fallecido. Y aunque Jill y toda su familia sabia la verdad, las demás personas no tenían ni la mas mínima idea. ¡Por supuesto que no!

Mathias, su mejor amigo murió a causa de un disparo en el pecho y su hermano estaba con el cuando sucedió, las ultimas palabras que pudo murmurar fueron que por favor le concediera ese favor. El estaba encerrado porque Mathias tomo malas decisiones, muy malas que al final si su hermano no acababa pagando lo iba a tener que hacer el padre de este, que de alguna forma era cómplice de Mathias. El padre de su mejor amigo sufría cáncer y de ninguna manera su hermano iba a dejar que un hombre con cáncer entrara a la cárcel a pasar sus últimos días, así que decidió declararse completamente culpable, aún cuando el no era ni sospechoso, el fue el que lo declaro ante la policía y lo tomaron así.

Price Enterprise al ser vinculado con este tipo de situación por supuesto que se vio horriblemente comprometido, pero sus padres comprendían a su hermano y lo supieron manejar con total tranquilidad. Ahora eran unas de las empresas más importantes para la economía en Londres, justo cuando hace mas o menos 3 años estas noticias los habían dejado por el suelo.

En cuanto a Jill, cuando este escándalo sucedió, ella estaba a punto de decirles a sus padres sobre el bullying que sufría en la escuela, pero decidió dejarlo así ya que no quería que se preocuparan mas de lo que ya estaban. Así es como aprendió a ocultarlo y aparentar que la escuela era fantástica, aunque realmente no lo era. Le daba las gracias a sus padres todos los días por pedirle a la directora que en la escuela ninguno de sus terribles compañeros supieran que Jill era la hija de los dueños de Price Enterprise, porque si no, todo hubiera sido mucho peor.

Sin embargo durante esa época descubrió una de sus pasiones más grandes, la fotografía. Le tomaba foto a casi todo solo para despejarse de las cosas que le pasaban y dejar de pensar en cuanto extrañaba a su hermano mayor, ya que fue apenas a los 16 años que lo pudo empezar a visitar a la cárcel, solo con la supervisión de un mayor de edad esta claro.

18 // zjm (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora