Fifteen.

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Mis padres me dejaron en casa después de salir del café, el cual extrañamente estaba rodeado por paparazzis, a lo que por supuesto se debía a que una celebridad estaba cerca o iba a estar ahí pronto, pero no me importaba si era Beyoncé u Obama, estaba cansada y quería volver a casa para descansar... Oh, excepto si era Zayn, pensándolo bien.

Mis padres tenían que volver a la empresa a arreglar unas cuantas cosas ya que cuando sucedió lo mío ellos lo dejaron todo por completo, pero no es como si ahora que estaba viva no se preocuparan de mi y ahora solo quisieran dejarme en casa y ya. En el café hablamos, y muy seriamente.

Mis padres sabían lo de la escuela.

Al principio tuve miedo cuando lo mencionaron, pero me ayudaron a calmarme. Lo primero que me preguntaron fue si quería irme de esa escuela debido a las burlas y a lo ultimo que sucedió, que fue muy grave, pero dije que no, y la verdad es que no quiero porque ya es mi ultimo año y apenas quedan unos pocos meses para al fin graduarme, no me gustaría llegar a una nueva escuela sin conocer a nadie y ser la nueva que solo llega para la graduación. Y lo segundo que me preguntaron fue si lo había hecho por eso. Y ¿para qué mentirles? Les dije toda la verdad, hasta porque se los había ocultado, ahora mis padres lo sabían todo. Todo.

Dijeron que iban a tomar cartas en el asunto y la verdad es que me sentí un poco aliviada, como si ya no tuviera que cargar con ese pese y esa mentira de que todo estaba bien. Como si ya no tuviera que ocultar nada. También me dijeron que tenía que ir al psicólogo de la escuela y no me negué a eso.

Pero la verdad es que estaba feliz. Tengo que admitir que al contarles llore un poco, y ellos también. Pero la sonrisa que tenía en mi cara no me la podía quitar nadie. Ni siquiera Jack.

Entre en la casa y mire a mi alrededor, todo estaba apagado y callado, raramente, ya que pensaba que por los menos Kathy iba a estar por ahí. Camine un poco mas y salte de la sorpresa cuando todos los que trabajaban en la casa salieron de algún lugar gritado "bienvenida". Sonreí aun mas grande de lo que ya estaba haciendo cuando mire bien hacia las escaleras de la sala, había un pequeño cartel que decía "we love you, Jill".

Tenía que admitir que me había sorprendido, y que eso me hizo mas feliz de lo que ya estaba.

Todos salieron corriendo a abrazarme, a lo que yo trate con toda mi alma de no soltar un quejido porque todo me dolía. Yo simplemente les devolví el abrazo a cada uno de ellos, y una sonrisa que aunque ellos estaban sorprendidos de verla en mi cara, me devolvieron.

-Kathy- dije sonriendo y todavía susurrando, fue la ultima en abrazarme.

-Jill- dijo tratando de no llorar, yo simplemente me reí tratando de que no llorara.

-hola- les dije a todos a lo que me sonrieron y dijeron unos cuantos hola- gracias por esto- dije la verdad feliz.

-¿como te sientes?- preguntó Kathy colocando una mano en mi hombro.

-la verdad cansada- dije sonriendo.

-entonces te dejaremos descansar en tu habitación- dijo sonriendo- ¿quieres que te lleve algo de comer?

-acabo de comer con mis padres- dije sonriendo y después mirando a todos- gracias por todo esto, de verdad son los mejores.

-descansa Jill, si nos necesitas llámanos- dijo lo ultimo la verdad muy seria pero después sonriendo.

-gracias- salude a todos con la mano y me fui casi corriendo a mi habitación.

Dude unos cuantos segundos en entrar a mi habitación, pero después simplemente lo hice y cuando la vi sonreí al ver que casi nada había cambiado. Solo que todo estaba mas limpio que antes y las sabanas eran otras.

18 // zjm (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora