18 // zjm (en edición)

Thirty-two.

«j»

Era viernes por la tarde, pero no era cualquier viernes porque no era normal y mucho menos usual.

Era el viernes de la inauguración del club de Liam al cual estaba invitada y no podía negar que toda la semana había estado pensado en eso, y también estaba emocionada.

Demasiado emocionada.

El jueves por la tarde había fingido un fuerte dolor en la cabeza para poder escaparme de la clase de química y poder ir al centro de London a buscar un outfit adecuado a la ocasión. Porque si soy sincera, mi armario no tenía nada. Solamente ropa casual y vestidos largos de los que usaba en los eventos de mis padres y también en ocasiones especiales.

Por suerte tuve la ayuda de Beth, y también de las que trabajaban en las tiendas, para poder escoger el atuendo perfecto y que me hacía ver muy bien. La verdad muy bien.

Había descubierto que este fin de semana mis padres tampoco podían venir a la cuidad ya que estaban resolviendo unas cuantas cosas en Canadá, y eso me colocaba un poco feliz, pero al mismo tiempo estaba triste. No había visto a mis padres desde hace una semana y los extrañaba mucho, y además este fin de semana sabía que tampoco vería a mi hermano.

Pero aunque me daba pena admitirlo estaba agradecida de que ellos no estuvieran en la cuidad porque así ni Bryan ni Kathy les iban a decir nada de mis escapadas con Zayn y mucho menos de mis llegadas tardes, que francamente habían sido muchas.

-¡señorita Price!- dijo alguien con voz firme antes de que pudiera salir de la escuela.

No me estaban gritando, pero la forma en que dijeron mí nombre hizo que me detuviera casi de inmediato.

-¿si?- pregunté con voz baja mientras poco a poco me iba dando la vuelta.

Y... Oh, mierda. La señora Maxwell, la psicóloga. Con la cual no me había visto desde... ¿Cuándo?

Me sonroje rápidamente mientras ella caminaba hacia mí con paso firme. No quería decir que estaba asustada... Pero estaba asustada.

-tuve la sospecha de que hoy tampoco la vería en mi consultorio- dijo mientras se cruzaba de brazos.

No tenía ninguna excusa, porque simplemente se me había olvidado todo, estaba demasiado feliz y emocionada últimamente, tanto que la psicóloga y sus consultas se había convertido en algo demasiado mínimo para mí.

-¿no va a decir nada?- preguntó esta vez un poco más relajada después de varios segundos de esperar mi respuesta.

-¡si!- dije rápidamente para después sonrojarme de nuevo- ¡digo, la verdad lo siento mucho! ¡No era mi intención faltar a todas las consultas y...!

Simplemente me quede callada, no tenía nada más que decir. La verdad estaba muy apenada.

-bien- dijo ella cortamente para después darme una pequeña sonrisa- bien, no importa señorita Price. Pero ¿será que esta vez si me puede acompañar a mi oficina?

Yo me sonroje rápidamente mientras asentí y la empece a seguir. De camino a la oficina note como Jack había estado observando todo, y también como me dio un pequeño saludo con la mano, el cual ignore completamente. Jack... De alguna manera se había convertido en algo así como mi sombra por la escuela, y la verdad me incomodaba, pero lo mejor que podía hacer era ignorarlo. Según Beth claro, que siempre me daba los mejores consejos.